POLITICA
homenaje al padre mugica

Cristina le respondió a la Iglesia: “Quieren reeditar viejos enfrentamientos”

Inauguro una escultura. Ayer, en un acto en la av. 9 de Julio.
| Cedoc Perfil

Cristina Kirchner respondió ayer a las críticas de la Iglesia, que el viernes había dicho que la Argentina “está enferma de violencia”. Eligió para responder un acto simbólico, donde se homenajeó al sacerdote tercermundista Carlos Mugica, asesinado por la Triple A en 1974. Allí expresó que los que cuestionan al país por su situación social están queriendo reeditar viejos enfrentamientos.

“Miré la tapa de los diarios y vi que alguien resumía o decía que hoy la Argentina es una Argentina violenta, y me di cuenta de que querían reeditar viejos enfrenamientos”, advirtió CFK.

“Mugica fue víctima de una Argentina violenta en serio”, resaltó la Presidenta. El viernes, en Pilar, un plenario de obispos redactó un documento en el que resaltó el crecimiento del delito y la violencia. La Cámpora había cruzado esas conclusiones. “Violencia hubo en el ’55, en el ’76, en el ’89 y en 2001”, dijeron los miembros de la agrupación juvenil. Ayer por la mañana, el padre Héctor Oesterherld le contestó a La Cámpora. “El clima general de paz es responsabilidad del gobierno nacional”, dijo y reconoció que hubo violencia en muchos momentos de la historia pero que la Iglesia se refirió a este momento. Nada le gustaron a la Presidenta las declaraciones de los sacerdotes. Por eso, recordó los momentos en que la Argentina fue violenta, cuando vivía el padre Carlos Mugica.

“Fue víctima de una Argentina violenta. Su juventud también había transcurrido en una Argentina violenta, en una Argentina donde los argentinos se enfrentaban entre sí. Le tocó vivir de joven en una Argentina donde se dirimieron las cosas a los tiros, con bombardeos y con muertos, en una Argentina violenta en serio”, precisó CFK.
La jefa de Estado encabezó el acto en el que se descubrió una escultura de Mugica realizada en hierro por el artista Alejandro Marmo, en la avenida 9 de Julio, entre las calles Juncal y Arroyo: allí afirmó que vidas como las de Mugica “no se homenajean, se celebran con alegría por todo el amor que supo dar”.

Carlos Francisco Mugica Echagüe nació en 1930 en el seno de una familia conservadora, en la parte más elegante del barrio de Retiro, y se integró al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, que trabajó activamente en la Villa 31, donde descansan sus restos.

El sacerdote, que era hijo de un diplomático, fundador del Partido Conservador, inició su carrera religiosa en el seminario metropolitano y creó en la villa la capilla Cristo Obrero, desde donde tuvo participación en movimientos sociales y sindicales. Fue conocido como el cura villero, por su acción social. Pero fue asesinado por la Triple A el 11 de mayo de 1974.