"Un anotador, seis cuadernos espiralados y uno azul de tapa dura, que bien podrían haber sido de cualquier nostálgico que decidió guardar los apuntes de primaria", así comienza el periodista Diego Cabot de La Nación la descripción de cómo se sumergió en lo que él llama "la bitácora de la corrupción kirchnerista". Ocho cuadernos que el chofer de Roberto Baratta, Oscar Centeno, se dedicó a llenar de datos de la supuesta ruta de las coimas.
Néstor Kirchner era muy afecto a los cuadernos, especialmente uno de la marca Arte, espiralado con una lapicera BIC. Cristina Kirchner lo tuvo en sus manos cuando, luego de la muerte de Néstor Kirchner, citó a los ministros y les preguntó de qué se trataban las anotaciones que en él constaban. Quienes lo conocían de cerca comentaban que era un obsesivo de los cuadernos ya que dichas anotaciones estaban a salvo de cualquier posibilidad de hackeo.
Especialmente un cuaderno de la marca Arte, espiralado con una lapicera BIC, "la bitácora de la corrupción kirchnerista".
El kirchnerismo hizo del cuaderno y la BIC un emblema ya que repetían una y otra vez que su conductor había negociado con el Fondo Monetario Internacional valiéndose solamente de esos dos objetos. La birome negra se exhibe hoy en el Museo del Bicentenario, junto a un traje y unos mocasines que le pertenecieron. Para lo bueno y para lo no tanto, siempre todo anotado en cuadernos.
El tristemente célebre secuestrador Arquímedes Puccio era otro de los fanáticos de las anotaciones: escribía frases de autores como Maquiavelo, las recortaba y las dejaba en los cuartos de sus hijos. También llevaba en ellos registro de sus actividades en una suerte de diario íntimo.
Otro de los obsesionados por las anotaciones (en este caso una libreta), era el narcotraficante Pablo Escobar Gaviria. En la serie El Patrón del Mal, el actor Andrés Parra lo muestra haciendo permanentes apuntes en una pequeña libreta. Su adláter Jairo Velázquez Vázquez, "alias Popeye" comentó que en ella anotaba el nombre de las personas que iba a matar. "No tenía que ver con cobrar plata, eso lo manejaba otra gente, el que estuviera en esa libreta era hombre muerto", explicaba. Tenía el nombre de todas las personas que deseaba eliminar, el sicario al que le había encargado la misión e iba tachando cuando la misión estaba cumplida.
Diferentes usos de un mismo objeto: libreta, cuaderno, anotador. El registro de la corrupción y en algunos casos, de la muerte.
