POLITICA
Cuadernos de las Coimas

Víctor Manzanares: el "cuatro de copas" de los Kirchner que "no se arrepiente de nada"

El excontador de los Kirchner está preso desde julio de 2017. Desde entonces, viene amenazando con contar "todo" sobre la trama de corrupción y lavado de dinero en la familia K.

Manzanares, el contador K, durante el traslado.
Manzanares, el contador K, durante el traslado. | Cedoc

El excontador del matrimonio Kirchner lleva 19 meses detenido por la causa "Los Sauces". Aunque ahora el fiscal Carlos Stornelli lo aceptó como "arrepentido" en la Causa de los Cuadernos de las Coimas, en sus declaraciones había dicho que "no se arrepiente de nada" porque no hizo nada. Desde el entorno de Manzanares sostienen que está “dispuesto a contar todo lo que sabe” en relación al dinero que movieron Néstor Kirchner, Cristina Kirchner y su secretario, Daniel Muñoz.

Según la declaración realizada en marzo de 2018, el ex contador de la familia Kirchner admitió que tanto él como Cristina Fernández se pudieron haber mandado una “burrada” al decirles a un grupo de inquilinos que depositaran la plata de los alquileres de Los Sauces en cuentas no informadas al juzgado. Es por ese hecho que Manzanares quedó detenido. Pero se quejó porque Bonadio decidió meterlo preso solo a él en julio de 2017, mientras la expresidenta ya buscaba un lugar en el Senado.

“Me queda claro que estoy preso porque soy el famoso 4 de copas, como se dice en la jerga popular, al que es más fácil pegarle. O si fueran los dichos de mi abuela: ‘El hijo de la pavota’”, aseguró el jueves ante el juez Julián Ercolini. Manzanares decidió hablar después de haberse alejado de la familia Kirchner y, encarcelado en el penal de Marcos Paz desde junio de 2017, el ex contador buscó durante casi dos años que el juez Ercolini le concediera la excarcelación o, al menos, un arresto domiciliario en Santa Cruz.

El contador aseguró que veía a Néstor Kirchner una vez por año y después negó haber burlado a la Justicia. “Eran tiempos de locos” y agentes de inteligencia lo seguían desde abril, dijo para justificar el hecho que lo dejó detenido. “Lo que tendría que haber hecho el juez Bonadio antes que meterme preso es haber tenido la duda. Pero es más fácil ser cowboy con pistolas en este país. Podemos estar hablando de una burrada, tanto por la ordenante del acto, es decir la doctora Cristina Fernández, como por el suscripto, que fue quien firmó la nota”, diciendo dónde depositar los alquileres. 

Después de haber sido detenido, Manzanares sostuvo ante la Justicia que su detención es "injusta" y admitió estar "orgulloso" de haber pasado a ser conocido por ser "el contador de los Kirchner". Desde una sala especial del penal, Manzanares dijo también que está "viviendo una pesadilla", denunció ser tratado "como un delincuente, como un terrorista" y se declaró inocente. "Jamás en mi vida fui acusado ni cometí ningún delito", aseguró entonces.

En diciembre de 2017, el excontador había admitido que borró con Liquid Paper los libros contables y societarios de Hotesur por orden de la ex familia presidencial. Aseguró que fue un mero “contador externo”. Siguiendo esa línea y consciente de que se decía que se arrepentiría, Manzanares le dijo a Ercolini que él “no traiciona”. ¿Por qué? “Para traicionar, previamente tendría que haber sido partícipe de algo ilegal y esto no fue así” en su caso, afirmó.

Según su declaración, un día el expresidente Kirchner lo citó en la quinta de Olivos para decirle que iba a armar Los Sauces, “una sociedad anónima familiar donde ir incluyendo los bienes inmuebles de su propiedad”. Explicó que en los veinte años en lo asesoró lo vio “veinte o treinta veces, como mucho”.

Y sin negar que pudieran haberse cometido delitos, Manzanares aseguró que nunca fue parte de la asociación ilícita ni lavó dinero: "No fui funcionario nacional, no tuve ningún contrato con el Estado nacional que me haya permitido beneficiarme, no conozco nada de la obra pública, no he tenido reuniones en conjunto con el doctor Kirchner y ninguno de los empresarios de la obra pública vinculados a esta causa".

Manzanares fue acusado de eludir de la tutela judicial el cobro de alquileres en departamentos de un edificio de “Los Sauces” en la provincia de Santa Cruz. Con esta maniobra, inyectaba presuntamente dinero a Máximo y Florencia Kirchner mientras burlaba la medida judicial del embargo que pretendía que el dinero de los alquileres de una veintena de propiedades sea depositado en cuentas judiciales. Aunque no se sabe cuánta plata está en juego, por los departamentos se pagaba un alquiler de entre 6000 y 7000 pesos por mes, y por el local, unos 20.000 pesos.

D.S.