POLITICA
El valijero de los cuadernos

Héctor Zabaleta, el valijero que administraba las cuentas y propiedades de Rocca

El arrepentido de Techint, la principal empresa involucrada en la causa de los cuadernos, conduce directamente al CEO de la firma.

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alem 1067. Una de las sedes, en Retiro, donde se entregaba dinero. | CEDOC PERFIL.

Los pagos irregulares de Techint a la política no se agotan en la versión que el viernes dio a la Justicia Luis Betnaza, director institucional de la multinacional italoargentina del acero. La mano derecha de Paolo Rocca aseguró que los millones pagados a Roberto Baratta en 2008 eran para intentar frenar la expropiación de la empresa Sidor en Venezuela. Héctor Alberto Zabaleta, ex director de Administración de la compañía y encargado de entregar los “paquetes” de dinero al ex funcionario kirchnerista, es quien conduce a la verdadera red de sobornos montada por Techint y bajo la lupa judicial en Italia, Brasil y Argentina.

Zabaleta es recordado con cariño en Techint. Se encargaba de dar préstamos en efectivo a los empleados para que compraran un auto o una casa. Pero también de las “contribuciones” para la política. Todo desde la sede de Techint en Retiro.

Simpático y de extremado bajo perfil, pasó gran parte de su vida manejando el dinero negro de Techint, de acuerdo a la investigación de tres fiscales en Milán y a las denuncias de la Procelac que publicó este medio en 2017. Por su función, viajaba a Lugano, Suiza, y manejó entre 35 y 50 cuentas bancarias de Techint y de sus accionistas –la familia Rocca– en los Estados Unidos, Suiza, Luxemburgo, Bahamas y Uruguay. Así lo contó el propio Zabaleta al fiscal Eduardo Taiano en un escrito al que accedió PERFIL. Taiano tiene a su cargo una investigación originada por las pruebas enviadas por Italia el año pasado.

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Zabaleta ingresó a Techint en 1969. Estudió Contabilidad y pasó de empleado a responsable contable, hasta ser el director de Administración. Se ganó la confianza de Agostino Rocca, cerebro del grupo hasta su muerte, en 2001. Entonces, pasó a ser el albacea de la fortuna que el hermano de Paolo dejó en este mundo. Zabaleta heredó, por su parte, la confianza de quien se convertiría en el cerebro de este coloso del acero: Paolo Rocca.

Quién es Héctor Zabaleta, el eslabón de las coimas de Techint

Tal es la confianza del CEO en Zabaleta que no solo le encomendó manejar lo que los investigadores llaman la “caja negra” o “caja dos” del grupo. También administra sus propiedades e integra unas treinta sociedades anónimas vinculadas a los accionistas, muchas de ellas financieras. Zabaleta llegó a manejar más de 45 mil hectáreas de campos de los Rocca, según el ejecutivo.

Plata. Existían dos circuitos de fondos ilegales, al menos hasta 2014. Una parte, por ejemplo, se usaba para pagar coimas, como en el caso de Renato de Souza Duque, gerente de Servicios de Petrobras. Techint ganó contratos por US$ 1.600 millones con la petrolera brasileña para vender tubos de acero. Desde las cuentas de la empresa en Suiza salieron alrededor de US$ 8 millones para una empresa de Duque. La hipótesis judicial es que ese dinero se repartía en el gobierno de Lula.

Otra parte del dinero, según la investigación, llegaba a Buenos Aires, a la sede de Techint, para otros fines. En general, llegaban los billetes físicos en pesos. Así lo declaró Lorenzo Fenochietto en Milán. El era el encargado de recibir fondos de Suiza en Uruguay, cambiarlos a pesos y entregarlos a Zabaleta en la sede de Retiro.

Techint pagó coimas y manejó millones en negro, según la Justicia italiana

La versión de Fenochietto concuerda ahora con la que Zabaleta dio al fiscal Carlos Stornelli cuando declaró como arrepentido, el lunes. Dijo que Baratta le exigía pagos en dólares pero él manejaba pesos. “El bulto más grande de todas las entregas que le hicimos pudo haber sido unos $ 2 millones. Esa entrega se hizo en un bolso de viaje”, contó Zabaleta, según el testimonio al que accedió PERFIL. “En las ocasiones siguientes las entregas fueron paquetes hechos con sobres de papel madera que tenían pliegues que se abrían para tener más amplitud, en los que entrarían aproximadamente $ 400 mil en cada paquete”.

“Todas las veces, Baratta me exigía dólares, me decía que los pesos no le servían. Me profería amenazas, como cortarnos el gas o importar tubos de China, diciéndome ‘ahora vas a ver dónde te vas a meter los tubos’. También me amenazaba con que no nos iba a dar nunca más obra pública”, declaró el ejecutivo. Y agregó que las órdenes de pagar a Baratta las recibía de Betnaza.