POLITICA
La mafia de la Aduana

Cuatro prófugos en la causa Aduana: uno es el cuñado de Julio De Vido

El juez Marcelo Aguinsky investiga a una banda por confección de embarques apócrifos, adulteración de datos y hasta coimas para eludir controles. Claudio Minnicelli, cuñado del exministro de Planificación, y otros tres hombres tienen pedido de captura nacional e internacional.

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Claudio Minnicelli | redes sociales
El supuesto informante de la Aduana y fundador de la empresa Lo Jack, Oldemar Carlos Barreiro Laborda, fue detenido hoy sospechado de integrar una organización delictiva dedicada al contrabando. En el marco de la causa también fueron detenidos Edgardo Paolucci, exjefe de la Aduana de Buenos Aires, y otras cinco personas. En tanto que Claudio Minnicelli, cuñado del ex ministro de Planificación, Julio De Vido, y otros tres hombres permanecen prófugos. En el expediente, a cargo del juez en lo Penal Económico Marcelo Aguinsky, se investiga la operatoria de la banda que involucraría desde la confección de embarques apócrifos, adulteración de datos a través de sistemas de la Aduana y rectificación de las cargas y sus traslados, hasta los pagos para empleados y funcionarios para eludir los controles del organismo y las disposiciones que el juzgado había dispuesto en una investigación previa. Los detenidos permanecen incomunicados y en las próximas horas serán indagados por Aguinsky. Paolucci fue apartado de su cargo en agosto pasado, cuando estalló el escándalo que le valió el desplazamiento al titular del organismo, Juan José Gómez Centurión, pero aquella y esta causa son independientes una de otra. En esa misma oportunidad, Barreiro Laborda también había quedado involucrado en el caso.

Los allanamientos comenzaron esta mañana en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires y en el country Abril, en la localidad de Hudson, donde vive Paolucci. Junto a Barreiro Laborda, y Paolucci, fueron detenidos Federico Tiscornia Salort, Vanesa Calamante, Martín Corral, Santiago Jiménez y Rodolfo Trebino. En tanto que Néstor Frega, Osvaldo Giacumbo y Mauro Delmastro, permanecen prófugos al igual que Minnicelli.

La investigación de Aguinsky está basada en prueba documental, que probaría las maniobras, y en escuchas telefónicas que inicialmente surgieron en el juzgado de Luis Rodríguez, quien extrajo testimonio y las envió al fuero Penal Económico. Allí ya se investigaban una serie de containers, en su mayoría con textiles, que presentaban irregularidades y no habían sido reclamados por sus dueños. En las escuchas, Barreiro Laborda, que se hacía llamar “the lion King” o “león” se refiere a Minnicelli, conocido como “el mono”, como su hombre de confianza. En tanto que a través de otras conversaciones se completan las líneas operatorias de la banda y se refleja cómo la organización contaba con la anuencia de Paolucci y otros funcionarios que debían controlarlos.

De las pruebas que se acumulan en el expediente se desprende el rol central de Paolucci dentro del entramado, tanto respecto de Barreiro Laborda, quien se refiere a él como “su jefe”, como de los demás eslabones de la cadena. Para lograr esa posición, Paolucci se habría valido de su jerarquía dentro del organismo para “alinear” o “poner en caja” a otros empleados o funcionarios de la Aduana. Y, adecuando ciertas reglamentaciones, habría permitido perfeccionar la operatoria a la organización, lo que habilitó que la misma figurara dentro de los marcos legales. Como es el caso de la NOTA DI ABSA 578/2016, emitida por el propio Paolucci el 22 de junio pasado, respecto de la rectificación de pesos y posiciones arancelarias. La rectificación implicaba un procedimiento simple, algo que excedía el artículo 225 del Código Aduanero, y se lo permitía hacer incluso a Operadores que pudieran estar involucrados en causas judiciales, contradiciendo las alertas dadas desde la justicia, como era este caso. Los sucesivos desmanejos también permitieron que se trasladaran seis contenedores a un depósito en Lanús, algo que estaba imposibilitado de hacerse.

Según se desprende del escrito en el que se ordenaron las detenciones y al que tuvo acceso PERFIL, de las conversaciones surge el “montaje del engaño al servicio aduanero, es decir con la adulteración de los datos que deben consignarse en los conocimientos de embarque: denominados comúnmente como B/L (por su sigla en inglés)”.

En los cruces telefónicos tanto Tiscornia como Frega, ambos actuando bajo las órdenes de Barreiro Laborda, se encargaban de hacerle llegar la documentación original a Calamante, quien hacía la documentación nueva, a la que le incorporaban datos falsos. Modificaban la posición arancelaria de la mercadería al declarar, pero con la diferencia que de que, en vez de declarar un peso menor al real, consignaban el peso real de la mercadería. El movimiento era para evitar seguir llamando la atención tras las sospechas que ya habían levantado: dejar los datos con los que habían venido de origen era riesgoso porque eran valores extremadamente bajos.

En las escuchas también quedan en evidencia los pagos que se hacían para lograr que “la apariencia de licitud” de la operatoria fuese completa. Y se mencionan los distintos montos que se debían abonar por cada paso de la cadena aduanera y en varias oportunidades, a quien había que hacer esos pagos. También se detalla cómo se hablaba con Paolucci y quién o quiénes eran los despachantes elegidos para hacer las operaciones.

Barreiro Laborda fue un personaje central en el escándalo de la Aduana, ocurrido en agosto pasado y que le valió a su titular, Juan José Gómez Centurión, ser desplazado durante casi dos meses. El punta pié inicial del escándalo se originó con una serie de audios que llegaron de forma anónima al Ministerio de Seguridad Nacional y que fueron presentados por su titular, Patricia Bullrich, ante el juzgado de Ariel Lijo. Entre los personajes que aparecían allí estaban señalados, entre otros, Barreiro Laborda, Paolucci, Tiscornia, Minnicelli y Frega, vinculados a esta nueva causa.