POLITICA
Aldo Rico

De boxeador a intendente

default
default | Cedoc
No fue como boxeador, su deporte amateur, que Aldo Rico irrumpió en la arena pública, sino durante el levantamiento militar en la Semana Santa de 1987, cuando –ya como teniente coronel del Ejército- lideró, en Campo de Mayo, el primero contra el gobierno de Raúl Alfonsín. Se sentía como en casa: había sido ahí donde, durante los años de la última dictadura, había comandado la división de Policía Militar.

De ahí saltó a la fama y, menos de un año después, volvió a encabezar un levantamiento, esta vez en Monte Caseros, en la provincia de Corrientes. Violó el arresto domiciliario y desde el Gobierno lo consideraron “en rebelión”.

Pero dos años más tarde, al presidente Menem no le importó y, a través de un indulto, le dio luz verde para iniciarse en la vida política. Para el 90, Rico había fundado su propio partido, el MODÍN, con el que accedió a una banca en Diputados y fue constituyente nacional.

En 1997, llegó al gobierno municipal de San Miguel y dos años más tarde, fue nombrado ministro de Seguridad por Carlos Ruckauf –por entonces gobernador de la Provincia-, cargo desde el que, durante 4 meses, manejó a los 45 mil efectivos de la policía bonaerense hasta que tuvo que renunciar en medio de un escándalo.

Rico había querido implicar, mostrando una foto errónea, al presidente Fernando de la Rúa con un ex carapintada acusado y detenido por intento de homicidio. Las implicancias de ese episodio fueron el principio de su caída, a lo que se sumó una fuerte presión de la Alianza bonaerense para desplazarlo y un escándalo judicial por supuesta compra de votos en la reforma de la Constitución provincial, en 1994.

En 2003, se enfrentó a Felipe Solá y al duhaldismo en las elecciones para gobernador, desde un partido que, a nivel nacional, lideraba Adolfo Rodríguez Saá. Después de eso, se reincorporó al PJ bonaerense porque, según él, siempre había sido peronista.

Hoy a la mañana, declaró en los Tribunales de San Martín, en una causa que involucra la “privación ilegítima de la libertad” de Delia Kennedy –hermana de la histórica dirigente peronista- y su marido en 1976, y que habría tenido lugar en el centro de detención clandestina que funcionaba en Campo de Mayo.

La Justicia determinó su libertad por "falta de mérito" y aunque va a seguir siendo investigado, esta vez el "Ñato" ganó el round.