POLITICA
laura di marco, biografa de la presidenta

“Dejó de ser pobre cuando ingresó Fernández a su vida”

La autora de la biografía no autorizada de la Presidenta, sostiene que no es hija de Fernández y que su pasado la “avergüenza”.

Laura Di Marco: “Cristina dejó de ser pobre cuando ingresó Fernández a su vida”
| CeDoc

Autora de Cristina Fernández, la verdadera historia, la periodista Laura Di Marco aseguró que “Cristina Kirchner fue realmente pobre en sus primeros años” y contó cómo el dinero y la necesidad de estatus social marcaron su adolescencia.   

—Durante años Cristina Kirchner se vendió como una chica de clase media –dice Di Marco– pero si investigás su pasado parece que su vida comenzó a los 15 años ya que no hay demasiados datos de su niñez. Nació en una casa muy humilde y precaria que no tenía cloacas en la calle 4 y 32 en Tolosa donde vivía con su madre Ofelia Wilhelm, su tía Noemí y su abuelo Carlos Wilhelm. Realmente eran pobres. Su abuelo a quien lo llamaban El Negro fue obrero de un frigorífico.

—¿Por qué elude ese pasado?
—Tal vez le daba vergüenza contarlo. Siempre hizo referencia a su paso por el colegio Misericordia de La Plata, pero nunca habló de su primera escuela. Cuando la visité comprobé el nivel de pobreza de los chicos que asisten allí. El 30% son carenciados. Cristina estudiaba con un delantal en muy mal estado. Dejó de ser pobre cuando ingresó en su vida Eduardo Fernández.

—¿Fernández no era el verdadero padre de CFK?
—Ella es hija de otro señor llamado Florencio Lattaro, un compañero de trabajo de Ofelia. Murió hace años y tuvo otra hija llamada Emilse. No hay confirmación de esto, pero en La Plata está instalado que no es hija de Fernández. Tenían una relación muy tirante, se llevaban muy mal y hay quienes dicen que había muchas diferencias con Giselle, su hermana, quien sí es hija biológica de Eduardo. La madre de CFK no estaba enamorada de Fernández y la condición para sostener la pareja era que se tenía que hacer cargo de su hija. La mejora económica que implicó Eduardo para Ofelia, fue la misma que significó Néstor para Cristina