POLITICA
Sindicalismo

El desafío de la CGT para el 2020: renovar autoridades en medio de las internas

Varios gremios pidieron reincorporarse a la central obrera pero la unidad se presenta complicada ante las diferencias ideológicas de los sectores en pugna.

Los secretarios generales de la CGT, Carlos Acuña y Héctor Daer.
Los secretarios generales de la CGT, Carlos Acuña y Héctor Daer. | NA

La CGT va a afrontar varios desafíos en el 2020, pero sin dudas el mayor de ellos va a ser la renovación de autoridades que se va a llevar a cabo en agosto de 2020 cuando finalice el mandato de la actual conducción del binomio Héctor Daer-Carlos Acuña. Varios sectores mostraron su interés en volver a formar parte de la central obrera pero algunos integrantes tienen reticencias por las grandes diferencias ideológicas que presentan con la entidad. A eso se le suma las propias divergencias internas entre dirigentes enemistados desde hace varios años.

El presidente Alberto Fernández pidió la unidad de la central, un objetivo que persigue la CGT pero que aún no logró cumplir con éxito. De hecho, se trata de una meta complicada debido a las peleas entre los gremialistas y los rencores que permanecen entre ellos. 

Una de las ventajas con respecto a otras épocas es que hay un apoyo prácticamente unánime en las distintas facciones de la CGT a la gestión de Fernández, algo que no ocurrió durante el gobierno de Mauricio Macri y al final del último mandato de Cristina Fernández de Kirchner. Es decir, que la postura de los cegetistas hacia la Casa Rosada no va a suponer, al menos por ahora, un motivo de enfrentamiento. 

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Alberto Fernandez se reunió con la CGT y celebró el apoyo de la mayoría de los gremios

No obstante, el resto de factores en juego complican esa deseada unidad. Para empezar ya se pudo demostrar en 2016 la incapacidad de la central de designar a un dirigente que pudiera contener a todos los sectores. De ahí que surgiera el triunvirato Héctor Daer-Carlos Acuña-Juan Carlos Schmid. Este último abandonó su cargo en la mitad del mandato, otro ejemplo de que las diferencias pesan más que los puntos en común.

Esa conducción -sostenida por los dialoguistas "gordos" e "independientes", más los gremialistas del transporte que integran la CATT- no contó con el apoyo de varias facciones que prefirieron quedar al margen. Ahora hay algunos dispuestos a regresar:

  • MASA: el taxista Omar Viviani, el ferroviario Sergio Sasia y el legislativo Norberto Di Próspero, entre otros.
  • Los de las 62 Organizaciones Peronistas: la UATRE de Ramón Ayala y los Jerárquicos de AFIP de Julio Estévez son algunos.
  • UOM: de Antonio Caló
  • Corriente Federal: que lidera el bancario Sergio Palazzo.

Otros que mostraron su intención de retornar presentan desafíos para la unidad. Se trata del numeroso gremio de docentes de CTERA que responde al titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky. Este regreso no es bien visto por la actual conducción de la central obrera, a raíz de sus evidentes diferencias ideológicas.

También genera ruido en los sectores más ortodoxos de la actual conducción de la CGT el reciente lanzamiento -con la venia de Fernández- de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) enfocado a los empleados informales integrado por el "triunvirato" de organizaciones sociales de la CTEP, la CCC y Barrios de Pie. Este sector también pidió incorporarse a la central obrera pero eso supondría una reducción del poder que ostentan los grandes gremios de la conducción, sin mencionar además las diferencias ideológicas que también existen en este caso.

El ingreso de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y el regreso de CTERA podrían generar conflictos dentro de la CGT

Finalmente, existen grandes dudas sobre lo que harían los del grupo de la Azul y Blanca que responden al gastronómico Luis Barrionuevo y el camionero Hugo Moyano junto a sus aliados.

Los Moyano aún mantienen su respaldo a Fernández, pero con ciertos reparos, luego de que el mandatario se negara a ubicar a dirigentes de confianza del camionero en lugares como en Transporte. A su vez, ven con desconfianza la estrecha relación que el Presidente trabó con Daer, uno de los históricos rivales del líder camionero y a quien tanto Hugo como su hijo Pablo no dejan de criticar a través de los medios por "no defender" a los trabajadores durante los años de Macri.

Este enfrentamiento entre los Moyano y Daer complica una nueva convivencia del camionero con los "gordos" bajo el mismo techo cegetista. En medio de este complicado escenario, la central obrera afrontará unos meses cargados de reuniones y de "rosca" para diseñar la próxima conducción que contenga a la mayor parte de los sectores en pugna.

B.D.N./FeL