POLITICA

Después de Kicillof, las cuentas de Aerolíneas siguen sin rumbo

La empresa que maneja Recalde continúa en rojo. Desde febrero que no asume el que debe controlar el creciente déficit. De Vido gana terreno sobre La Cámpora.

Marconato, Recalde, Kicillof y De Vido. Aerolíneas está desboradad de internas.
| Telam

Aerolíneas Argentinas la línea de bandera que es presentada como un motivo de orgullo nacional, bajo la dirección del camporista Mariano Recalde, sigue aumentando su déficit. Para peor, el funcionario elegido por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en febrero de este año para controlar las cuentas aún no pudo asumir.

En el medio, las internas gremiales que enfrentan a los empleados de Austral y Aerolíneas, mientras el ministro de Planificación Julio De Vido que quiere ver a Recalde bien lejos de la empresa.

Rojo por doquier. En lo que va del 2012, el Estado subsidió a Aerolíneas Argentinas y Austral por 922 millones de pesos para poder seguir en funcionamiento. Esa erogación por parte del Tesoro fue 52% superior a los subsidios que las líneas aéreas habían recibido durante igual trimestre de 2011, según el informe de la Asociación de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).

La realidad va contra los números que aprobó el Congreso en materia de subsidios para este año: 2.491 millones de pesos, casi 20% que el año anterior. Es decir que Aerolíneas ya consumió 37% de la partida presupuestaria, según publicó Clarín.

Dos meses de espera. Otro flanco débil de la gestión Recalde es el control del gasto. Hasta hace poco estaba en manos del ascendente economista de La Cámpora, Axel Kicillof, quien dejó la subgerencia para ahora ocuparse como viceministro de Economía y subinterventor de YPF.

En diciembre se había ido el vicepresidente de la empresa, Eduardo “Wado” De Pedro, también de la agrupación juvenil. Quien eligió la presidenta para arreglar y controlar los números fue al exdiputado Gustavo Marconato, férreo defensor de la estatización de la compañía y ajeno a los jóvenes K. “Con Marconato el que gana poder es De Vido. Él quiere controlar esto porque ya es demasiada la plata que se esfuma de las manos”, señaló a Perfil.com un piloto de amplia trayectoria en la compañía.

Marconato es más cercano a la posición de De Vido, que quiere desplazar al hijo de Héctor Recalde de la conducción de la empresa. El santafesino fue titular de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados en representación del Frente para la Victoria. Hace más de dos meses que Cristina firmó el decreto para que asuma en Aerolíneas. Sin embargo aún no pudo asumir porque desde la compañía postergaron la asunción dos veces. La última, el martes pasado. Allí también se debía aprobar el Balance 2008 de Aerolíneas y Austral. No pudo ser.

Gremios enfrentados. El último frente, y quizás el más conflictivo, es el de los gremios. Tanto en Aerolíneas como Austral sobran pilotos. Pero nadie quiere perder poder a la hora de negociar. La adquisición de los Embraer hizo que los MD pasaran a la historia. Con esa decisión los de Austral están indignados porque ahora tienen menos capacidad de vuelo y más pilotos quedaron a la deriva. Esto sería parte, según ellos, de una estrategia de Jorge Pérez Tamayo, que lidera al gremio de pilotos de Aerolíneas. Este portal habló con el dirigente que prefirió no opinar "de lo que dicen otros gremios".

Desde 2011 crecieron los rumores acerca de la fusión de Austral. En poco más de un mes habrá elecciones gremiales en esa aerolínea. El resultado es incierto. “Recalde no nos tira ni un centro. Así que la idea es un cambio de gestión para enfrentar lo que nos quieren hacer”, filtró uno de los pilotos de la nueva camada de la empresa.

Con este panorama, el presente de Recalde, que en 2011 recibió el férreo apoyo de la Presidenta, es poco alentador. Fuentes gremiales de la empresa coincidieron en que al presidente le queda poco tiempo en el cargo.

(*) De la redacción de Perfil.com.

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