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Después de ver a Binner, Cobos pasó por la Davis

El vicepresidente estuvo en Santa Fe pero luego apareció en el Parque Roca, disfrutando del tenis. Su diálogo con el diario.

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| AFP

Si una palabra cabe para describir la agenda de actividades que siguió ayer el vicepresidente de la Nación, Julio Cleto Cobos, durante su visita a la ciudad de Rosario, el adjetivo que mejor encuadra es ecléctico. Pero le alcanzó para dar una señal política de incuestionable impacto: la reunión que mantuvo con el gobernador santafesino, Hermes Binner, seguro que no va a pasar desapercido en la Casa Rosada.

En menos de veinticuatro horas pasó de los saludos protocolares en la municipalidad y la casa de Gobierno a una recorrida junto a productores por el Mercado de Concentración de Fisherton. Y casi sin escalas, fue la figura central que al caer la tarde cerró con su discurso el Congreso de Economía Provincial organizado por la Fundación Libertad en la Bolsa de Comercio. En ese mismo estrado, horas antes, estuvieron, entre otros, José Ignacio García Hamilton, Rogelio Frigerio, Víctor Trucco de Aapresid y el jerarca sojero Gustavo Grobocopatel junto a otros actores de la economía y la política que se sitúan en las antípodas del modelo kirchnerista.

Ante los requerimientos de PERFIL, Cobos prefirió no salirse del discurso moderado: tuvo palabras de reconocimiento y apoyo a las gestiones de Binner al frente de la provincia de Santa Fe y de Miguel Lifschitz como intendente de Rosario, con quienes se reunió en su paso por la provincia. Con el Monumento a la Bandera como telón de fondo, reconoció con un semblante casi imperturbable que desde aquella publicitada reunión con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, no volvieron a hablar: “Sé que no es conveniente esta falta de diálogo pero no depende de mí”, se excusó. De inmediato, se mostró satisfecho ante los gestos y demostraciones de afecto por parte de vecinos y seguidores que lograban interponerse ante la reducida custodia que lo acompañó en la jornada y que lo ayudaron a acallar algunos silbidos que llegaron hasta sus oídos cuando desembarcó en el mercado de la ciudad vecina a Rosario.

Sin embargo, en un aspecto sí fue tajante: “Al campo le faltan las respuestas que se merece”, definió.

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