POLITICA

Detienen a un vecino de Merlo por darle una nota a PERFIL

Denunció la represión policial luego de una manifestación en pedido de justicia y seguridad, el 19 de noviembre en la Ruta 200.

Con itakas. Así entraba la Bonaerense al barrio Ferrari, en el Merlo de Othacehé, donde balearon a jóvenes y mujeres.
|

A partir de la nota que salió publicada el sábado 30 de noviembre en la edición impresa de PERFIL (En su feudo de Merlo, Othacehé sí reprime protestas sociales), las amenazas desde el poder municipal contra Jorge Lahitte fueron en aumento. Se trata de un vecino que denunció la represión policial luego de una manifestación en pedido de justicia y seguridad, el 19 de noviembre en la Ruta 200, a la altura de la localidad merlense de Agustín Ferrari.

Ayer Lahitte fue detenido en Merlo, el partido donde hace veintidós años manda Raúl “el Vasco” Othacehé. La razón de la detención fue “por una contravención: disturbios y resistencia a la autoridad”. Pero según fuentes allegadas a él, “el intendente está muy caliente por la nota en la que participó Jorge, y esta es una clara represalia”. Además la policía le secuestró el auto de su hijo que se encontraba sin circular. La justificación fue "por tener la Verificación Técnica Vehicular vencida".

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Lahitte había sacado fotos y videos el día de la represión. Las imágenes muestran que la policía Bonaerense detuvo menores, golpeó niños, pateó puertas, amenazó a las mujeres que no “acataban las órdenes” y disparó con balas de goma a menos de diez metros a un grupo de vecinos. Según el relato de los vecinos, el ataque fue perpetrado por los servicios de calle de la Comisaría Merlo 1ª, Mariano Acosa y Pompeya se dio sin previo aviso. 

Esto responde  al modus operandi que se repite en las tierras de “El Vasco”: aquel que no responde a su mando lo puede pagar con represiones policiales o de patotas, persecuciones, aprietes, amenazas y hasta escraches. Ahora se suman las detenciones. Por eso los vecinos tienen miedo de hablar con la prensa sobre lo que sucede en sus barrios.