El titular de la AGN se despegó del empresario kirchnerista. El Gobierno lo tiene en la mira por los beneficios que la AFIP le dio a Cristóbal López. Asegura que no habla con Cristina Kirchner desde el 10 de enero.
Ricardo Echegaray está decidido a resistir en el cargo de presidente de la Auditoría General de la Nación (AGN). Fue puesto allí por el PJ a pedido de Cristina Kirchner, pero rápidamente quedó envuelto en dos escándalos. El primero, cuando propuso auditar en tiempo real a Mauricio Macri. El segundo, cuando lo señalaron como el responsable de haber permitido que el empresario Cristóbal López evadiera más de $ 8 mil millones a la AFIP en los últimos años de la gestión K. El jueves a la noche, en un programa de TN, el ex jefe de la AFIP opinó que Lázaro Báez (sobre quien había sostenido que tenía vínculos comerciales con Cristina Kirchner) “terminará preso”. El mismo lo había denunciado ante la Justicia en 2014, por las facturas truchas, causa en la que cree está complicado. Quienes conocen a los dos personajes sostienen que el empresario y el ex funcionario nunca tuvieron buena relación. Y que Báez culpaba a Echegaray cada vez que se filtraba información sensible a la prensa. Esta semana, varios kirchneristas salieron a despegar a Cristina Kirchner de Báez. El juez Sebastián Casanello, incluso, dijo que en ese expediente, donde se averigua el uso de las facturas truchas, la ex presidenta no está involucrada. Pero a Báez y a Cristina los une el caso Hotesur.
En un reportaje con PERFIL, el ex titular de la AFIP recordó que la investigación por las facturas truchas comenzó en 2011, defendió al kirchnerismo, y aclaró que la última vez que habló con la ex presidenta fue el 10 de enero, unos días después de haber sido nombrado en la AGN. Sobre la corrupción en el kirchnerismo advirtió que todos los gobiernos, no bien terminan, son valorados negativamente. “Raúl Alfonsín hasta su accidente con el auto en el sur no podía ni ir a comer tranquilo a un restaurante. Y el tiempo nos lleva a los argentinos a reconocer en este presidente a un héroe de la democracia”, expresó. Además, dijo que no denunció a Cristóbal López porque la morosidad “no constituye evasión”. “Este gobierno lo denuncia por insolvencia fiscal fraudulenta,situación que se refiere a la conducta puertas adentro de la empresa”, manifestó. Negó, asimismo, que durante su gestión se haya protegido a algún empresario con planes “discrecionales”. “A lo largo de mi gestión no existió de mi parte un solo acto que haya instruido a la línea técnica del organismo brindar algún tipo de protección a ningún contribuyente”, precisó.
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El gobierno de Mauricio Macri está dispuesto a avanzar contra Ricardo Echegaray si es que queda complicado en alguna denuncia judicial. No se trata sólo de una decisión de Gabriela Michetti (vicepresidenta) y Emilio Monzó (titular de Diputados), que aprobaron su designación en la AGN, sino que la orden viene de la Casa Rosada. Al mismo tiempo que se conoció la voluntad de Michetti y Monzó de avanzar contra Echegaray, la Oficina Anticorrupción abrió una investigación para conocer su patrimonio. Echegaray sostiene que en el caso de Cristóbal López ya fue sobreseído; en el de Lázaro Báez fue quien lo denunció; y en cuanto a su patrimonio, “las denuncias anteriores fueron desestimadas”.
