La elección del senador de Miguel Ángel Pichetto como precandidato a vicepresidente sacudió las filas oficialistas y puso en juego el esquema de poder de la Casa Rosada. Es que la decisión anunciada este martes 11 de junio contradijo de manera explícita los postulados que venían sosteniendo tanto el jefe de Gabinete, Marcos Peña, como el asesor Jaime Duran Barba, bajo la idea de sostener “lo nuevo” y dejar de lado “la vieja política”.
En este sentido, por estas horas empezó a cobrar fuerza la idea de devolverle un lugar de poder al ala política de Cambiemos, marginada de las decisiones luego de que se desarmó la breve mesa política convocada para enfrentar la crisis a mediados de 2018.
“Pichetto ve con buenos ojos que (Emilio) Monzó siga en Diputados, sea candidato o esté en un futuro gabinete de Mauricio, no se va a quedar quieto”, desliza una fuente oficial en voz baja, por temor a que lo escuchen en la Jefatura de Gabinete. A ello se le suma la buena sintonía que tiene Emilio Monzó (titular de la Cámara Baja) con la UCR, en particular con Ernesto Sanz, quien había declinado las múltiples invitaciones para que sea el compañero de fórmula y terminó siendo clave para ungir al senador peronista. De hecho, los tres gobernadores radicales también festejaron, el año pasado, cuando en medio de la crisis económica y política el diputado regresó a la mesa de debate político. Sin embargo, Peña, astuto, se encargó de vaciarla de contenido progresivamente y desapareció.
"Juntos por el cambio": así se llamará la alianza del PRO, UCR, ARI y Pichetto
En ese esquema, la apertura hacia un sector del PJ Federal involucra a aquellos que tienen buena sintonía con ese espacio para pensar en candidaturas. Por ello, la apuesta a Pichetto: que intenta traer peronistas federales con la ayuda de Rogelio Frigerio, el ministro del Interior. El tiempo apremia, en este marco.
¿Es posible un recambio ministerial? Pocos se animan a plantearlo a viva voz aún en el oficialismo. Pero el empresario, y mejor amigo, del presidente, Nicolás Caputo trabaja en este sentido: quiere que la "amplitud" avance. Es más: es un animador de un acuerdo con el peronismo no kirchnerista desde hace meses.
Pero el nuevo panorama político podría colaborar para el regreso de Monzó al poder mientras el radical Alfredo Cornejo intenta transformarse en cabeza de diputados nacionales por Mendoza con el fin de presidir la Cámara desde diciembre. Esa será otra pelea interna. No será fácil desactivarla.
Tras la sorpresa de Pichetto, Peña y Frigerio reciben a los radicales
El esquema de poder Monzó incluye hoy, además de la presidencia de Diputados, tres senadores provinciales, un diputado provincial, tres diputados nacionales por la Provincia de Buenos Aires y dos por Córdoba. Entre ellos, Silvia Lospenatto, reconocida por su lucha “verde” y con una silla asegurada en la boleta, Nicolás Massot (el “orco” que entró por Córdoba) y el diputado provincial Marcelo Daletto, quien ocupó la presidencia de la estratégica comisión de Presupuesto. Daletto fue clave estos tres años y medio para sacar leyes para el Gobierno de María Eugenia Vidal.
De hecho, la gobernadora y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fueron dos de los que festejaron la elección de Pichetto: venían reclamando “apertura” desde hace meses.
Justamente, ayer por la noche en el programa “La Lupa” en Canal 26, Massot disparó: “La selección de Pichetto esconde una autocrítica”. Toda una definición monzoísta.
EZ/FF
