POLITICA
DIARIO LIBRE

El dolor de la novia de Iván Heyn

Tras su muerte, el "economista callejero" dejó un vacío ensu familia, en el Gobierno,en La Cámpora y enel corazón de una mujer. Galería de fotos.

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Luana Volnovich (32) era la mujer que había conquistado el corazón del economista estrella del kirchnerismo, Iván Heyn. Según los vecinos de Constitución, barrio donde vivía el subsecretario de Comercio Exterior desde hacía más de cuatro años, ellos ya estaban en pareja cuando Iván se mudó al segundo piso de Estados Unidos al 1500.

Se los solía ver paseando por el barrio, llenos de alegría. Pero ese idilio que mezclaba el amor y la militancia tuvo un abrupto final: con dolor, dudas y muchas lágrimas.

Como los padres de Heyn no viven en Argentina porque se fueron a España en 2002, luego de que la crisis de 2001 quebrara la empresa familiar, Luana fue quien se hizo cargo de todos los trámites funerarios. Incluso ella viajó a Montevideo junto a su cuñado, Hamed Heyn, hermano menor de Iván, y trajo el cuerpo al país.

 

Fue sin dudas uno de los días más dolorosos de su vida. Así lo demostró en el velorio y el entierro de Heyn, en el que lloró y fumó desconsolada. 

 

Luana, politóloga reconocida en el mundo K, compartía con Iván su entrega y pasión por la profundización del modelo. Juntos militaban en La Cámpora, e incluso ella era la Directora del Centro de Estudios Políticos de esa agrupación, fundada por Máximo Kirchner.

 

Es más, Heyn era un asiduo orador en charlas sobre economía. Licenciada en Ciencias Políticas de la UBA, Volnovich tiene un postgrado en Gestión y Control dePolíticas Públicas de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

 

Uno de los últimos trabajos que ostenta en su currículum es el de jefa de División de Estadísticas y Sistemas de Información en el Ministerio Público de la Defensa de la Capital Federal. En los últimos meses, su nombre había sonado para presidir la auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires, pero al final no sucedió, a pesar de la entrega y las horas que puso en la campaña que el Gobierno hizo contra la reelección de Macri.

 

Durante el velorio, Vulnovich no se separó ni un segundo de sus amigas, que la mantenían contenida todo el tiempo, y ni siquiera salió de la sala velatoria. Estuvo siempre al pie del féretro de su compañero hasta que, alrededor de las 14, el cortejo fúnebre partió desde O’Higgins y Congreso de Tucumán, en el barrio de Núñez, hasta el Cementerio de la Chacarita.

 

El lugar estuvo colmado de militantes, pero no hubo bombos ni banderas. Apenas una remera de La Cámpora, junto a una bandera argentina y otra de Paraguay, viajaron sobre el ataúd de Heyn rumbo a su nicho en la galería 24 del cementerio porteño. 

 

(*) Periodista de LIBRE.