Hoy fueron confirmadas las citaciones a indagatoria para Sergio y Pablo Schoklender, Alejandra Bonafini –hija de Hebe– y otros 17 de los 67 imputados por la megacausa de lavado de dinero y malversación de fondos públicos que apunta al plan de construcción Sueños Compartidos de Madres de Plaza de Mayo.
Jorge di Lello, el fiscal que conduce la investigación, está feliz: “Por suerte, salió. Lo venía pidiendo hace tiempo”. Sergio Schoklender será el primero en declarar en Comodoro Py este 15 de mayo. En una segunda tanda, lo hará el presidente de la firma Meldorek el contador Alejandro Abraham Gotkin (47).
Hoy, Gotkin –que supo viajar a New York en 2007 y 2008 para participar de la tradicional Maratón de la ciudad– tiene un incendio en sus cuentas. Según datos públicos del Banco Central, acumula una deuda con American Express de 146,8 mil pesos, otra con el Citibank de 51,3 mil pesos y un saldo impago con Falabella de casi 8 mil pesos.
No solo eso: en agosto de 2011, los socios de Exportadora Kano, una de múltiples sociedades anónimas que presidía, le iniciaron un juicio por 137 mil dólares. Según allegados a la causa fue por un préstamo que Gotkin jamás devolvió.
Sin embargo, hay otro frente en rojo más preocupante. En lo que a cheques y la firma Meldorek respecta –señalada por la Justicia como el eje del lavado–, Gotkin es persona relacionada ante el BCRA. La entidad exhibe una lista de 83 cheques impagos. ¿Monto total? Dos millones de pesos.
Hay un dato peculiar: las fechas de rechazo de los cheques van desde mayo hasta septiembre de 2011, el grueso de ellos en mayo. O sea, desde poco antes del estallido del escándalo hasta cuatro meses después. El 21 de junio, por ejemplo, le fueron rechazados ocho cheques por 90 mil pesos.
El fiscal di Lello apunta a este portal: “En el entramado él fue el responsable de Meldorek, la sociedad a través de la cual lavaban y defraudaban. Toda la plata de la que podía disponer era sucia. Por ende, perdió de la disponibilidad de sus cuentas. Tiene sus bienes embargados y no puede salir del país. A todos los imputados les pasa esto. Por ejemplo, Viviana Sala, la mujer de Schoklender, tiene trabado su sueldo de psiquiatra. Todo lo que estaba a nombre de los imputados fue embargado”.
En el proceso, Gotkin perdió el control de un departamento en la calle Chorroarín. Di Lello también lo definió como “casi tan culpable como Schoklender”.
Desde la explosión del escándalo hace once meses, para Gotkin es el fondo de una espiral descendente. Hay otro episodio curioso también. En agosto de 2011, según sus propios vecinos de un departamento que ocupaba en Colegiales –que registró como su domicilio fiscal y a una cuadra de la sede de Meldorek– amenazó con “romper los vidrios a patadas” si no le permitían emplear el salón de usos múltiples para el cumpleaños de su hijo menor. Para ese entonces, también según vecinos, debía 4 mil pesos en expensas.
(*) Especial para Perfil.com
