El 10 de diciembre la Presidente Cristina Kirchner anunció la creación del Ministerio de Seguridad y a su flamante ministra: Nilda Garré, en un acto por el Día de la Democracia y los Derechos Humanos, y en Villa Soldati se producían algunos de los hechos más violentos de la toma del Parque Indoamericano. Pero mientras el "Salón de los Patriotas Latinoamericanos" de la Casa Rosada estallaba en aplausos, sorprendió a todos el abrazo que se dieron el canciller Héctor Timerman y el jefe de Gabinete Aníbal Fernández. Al parecer, habrían hecho una apuesta sobre lo que anunciaría la primera mandataria. Según trascendió por diversas fuentes, siquiera Garré sabía su nuevo cargo ministerial hasta pocas horas antes del acto.
El periodista Eduardo Van Der Kooy dijo en su columna del sábado en Clarín: "La incertidumbre era tal que Héctor Timerman y Aníbal Fernández jugaron una apuesta por una importante suma de dinero acerca de lo que podía ocurrir. Por eso el canciller festejó como en una cancha cuando escuchó a la Presidenta mientras al jefe de Gabinete se le desencuadraba el rostro"
El principal editorialista de La Nación, Joaquín Morales Solá, también dio cuenta del asunto el 12 de diciembre: "Sólo el despistado canciller Héctor Timerman se abrazó eufórico a la cabeza de Aníbal Fernández cuando escuchó el nombre de Garré de boca de la Presidenta".
La cara del jefe de Gabinete no fue feliz a la hora de escuchar el anuncio. Es que el nombramiento de la ex ministra de Defensa le quitó poder dentro de la policía, órgano que Fernández controlaba desde hace años.
Mala lectura. El diario Ámbito Financiero, sin embargo, salió a contestar la columna de Van Der Kooy. Sin nombrarlo, se refirió a su editorial: "Timerman anda a las carcajadas porque cuentan por ahí que el abrazo que se dio por TV con Aníbal en el acto en el cual Cristina anunció a Nilda Garré como ministra de Seguridad fue porque le había ganado una apuesta al jefe de Gabinete. Esa leyenda es fruto de un quincho -la tradicional columna del matutino- mal leído y peor interpretado porque, como se contó aquí, el impulso del canciller fue de alegría porque es un admirador de la nueva ministra a quien conoce desde su más tierna y verde juventid. Creyó que Fernández se había guardado la noticia y le dijo 'HDP, vos sabías algo', olvidando que ésa era una pésima noticia para Aníbal, algo que no ponderó en ese instante".
