POLITICA
debate por los cambios al codigo

El Gobierno aplaza el envío de la reforma penal

En la Casa Rosada advierten ahora que el borrador todavía se está “evaluando” y que su giro al Congreso podría demorar “meses”.

Impulsor. El juez Eugenio Zaffaroni encabezó la comisión que elaboró la propuesta junto a juristas del oficialismo y la oposición.
| Marcelo Aballay

Tras la polémica desatada por las críticas de Sergio Massa, el Gobierno decidió quitarle velocidad a la discusión por la reforma del Código Penal, que Cristina Kirchner había anunciado en su discurso de apertura de sesiones ordinarias en el Congreso.

La Casa Rosada incluso evalúa dilatar el envío del proyecto a lo largo de los próximos meses. O tal vez no enviarlo nunca.

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Massa, el jefe del Frente Renovador, logró instalar la idea de que el borrador que circuló entre los diputados bajaba las penas para delitos graves como la trata de personas, el narcotráfico y las violaciones.

Consiguió, con ello poner a la opinión pública en contra del proyecto. Lo calificó de garantista, y advirtió que el autor intelectual de ese “garantismo” era el ministro de la Corte, Eugenio Zaffaroni, quien participó en la redacción del borrador.

“El Código puede ingresar en un mes, en un año o nunca”, admitió, tajante, un ministro del gabinete kirchnerista. “¿Cómo nunca?”, preguntó PERFIL. “Sí, nunca. Lo vamos a ir evaluando”, explicó. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, también puso paños fríos: “Están discutiendo sobre lo que es un borrador”.

Una fuente parlamentaria se atajó: “Esto va a disparar mucho debate, tardará en tratarse al menos un año”.

Ahora, dice la fuente, la prioridad es la aprobación del acuerdo con Repsol, que ingresó por el Senado en la semana. A fin de mes podría ser aprobado por la Cámara de Diputados.

Según el Gobierno, para que haya un proyecto de ley sobre el Código Penal, primero tiene que haber una propuesta, luego un anteproyecto y luego un proyecto definitivo.

“Estamos todavía en la etapa de propuesta, esto ni siquiera ingresó al Ministerio de Justicia para ser evaluado”, minimizó un funcionario del gabinete.

Para Justicia, las prioridades también cambiaron. “Nosotros queremos sacar primero el Digesto Jurídico, que tiene media sanción”, afirmó una fuente de la cartera.

Sin embargo, pese a que pretenden enfriar el tratamiento del Código, advierten que el borrador es muy bueno y que fue trabajado con la oposición.

“La reclusión perpetua no existe en los hechos desde 1958 hasta la fecha. A lo sumo es una condena a 30 años. Los únicos que cumplen la reclusión son los genocidas”, dijo en diálogo con PERFIL una fuente de la Casa Rosada.

Y añadió que lo que se busca con este nuevo Código es la simetría de las penalidades. “Hay delitos que hoy tienen una pena mayor que el homicidio. Eso es corregido en este Código”, precisó la misma fuente.

El diputado Sergio Massa saltó en soledad en contra del Código que elaboró una comisión que incluyó a opositores. Y obligó a quienes son potenciales candidatos presidenciables, como Mauricio Macri, y Daniel Scioli, a reaccionar en consecuencia para no quedarse atrás.

El jefe de Gobierno porteño advirtió en una conferencia que tratar el documento ahora provocaría “una fractura en la sociedad”. El gobernador se distanció de la baja de penas endulzando su ley que restringe las excarcelaciones.

En el Gobierno admiten que la jugada de Massa fue astuta. Y que no estuvo desprovista de una buena dosis de marketing.

Según supo PERFIL, Massa encargó una encuesta telefónica en la que preguntaba si el ciudadano sabía que se iba a reformar el Código, si sabía que bajaba las penas para los delitos, y si estaba de acuerdo o en contra.

El resultado de esa encuesta y la necesidad de instalar la agenda lo llevó a Massa a oponerse a un Código que había sido redactado por el oficialismo y los bloques de la oposición.
 
Destruyó el consenso que había logrado la Casa Rosada en menos de un día. Y generó internas dentro del radicalismo y el PRO, dos de los partidos que participaron de la redacción del documento, y que tuvieron que sacar el pie del acelerador porque entendieron que la balanza se inclinaba en contra de la voluntad del Gobierno.

Habrá que ver si a este Código se lo lleva la corriente o si llega a buen puerto