POLITICA
tras la detencion de potocar

El Gobierno porteño ya piensa en un civil para controlar a la nueva Policía

Es un plan que tiene Rodríguez Larreta desde que se creó la Policía de la Ciudad. En público seguirán defendiendo al suspendido jefe, pero ya ensayan un nuevo modelo.

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Debut y ¿despedida?. Potocar, de gris, en el momento de asumir hace apenas cuatro meses. El Gobierno dice no tener un plan B, pero ya ven difícil que pueda volver. | Cedoc Perfil

Lo que inicialmente generó una sensación de decepción puede terminar convirtiéndose en una oportunidad. Así evalúan en el Gobierno porteño la detención del jefe de la Policía de la Ciudad, José Pedro Potocar, ya que estiman que quizás es el mejor momento para poner en práctica una idea que barajaron desde un primer momento: la de poner a un civil a liderar la fuerza policial.

En el equipo de Horacio Rodríguez Larreta seguirán insistiendo con que van a esperar a que se resuelva la situación procesal de Potocar y afirmarán, en público, que si la Justicia lo absuelve volverá a ocupar su cargo. Sin embargo, por lo bajo son varios los funcionarios que creen que la suerte del jefe policial ya está echada. El análisis que se hace es que aunque se demuestre que no estaba vinculado a las coimas que se investigan en la Comisaría 35ª, quedará claro que, como mínimo, falló en su tarea de control como director general de comisarías.

Por el momento, en el Ministerio de Seguridad y Justicia, que conduce Martín Ocampo, ya pusieron en práctica el nuevo esquema. Lo presentan como algo momentáneo, hasta que se resuelva esta crisis. Pero en el fondo reconocen que les sirve como piloto de prueba. Quien está conduciendo la fuerza hoy es Marcelo D’Alessandro, el segundo de Ocampo. 

Cuando estaba Potocar al frente, él centralizaba todas las relaciones con las diferentes superintendencias, y D’Alessandro tenía solamente un control político. “Ahora pasó a tener un manejo radial, donde todos le responden directamente a él”, explican en el gobierno porteño.

¿Sin plan B? En el PRO se encargan de repetir que no tienen un plan B, porque “significaría que el plan A ya fue”. Pero la idea es ir ganando tiempo. Mientras el interinato de D’Alessandro funcione y no genere rispideces, en el gabinete de Rodríguez Larreta creen que no es necesario apurarse.

En principio, van a esperar a lo que haga el juez Ricardo Farías. La semana que viene ya debe resolver si lo procesa o le dicta la falta de mérito. La primera opción sería determinante y de más difícil retorno para Potocar. La segunda no soluciona el problema de fondo, ya que hasta que no le dicte el sobreseimiento se lo puede seguir investigando. Y en Gobierno reconocen que no pueden estar durante mucho tiempo sin un jefe de la Policía.

Encontrar un eventual reemplazante para Potocar no es una tarea sencilla. “A él lo dimos vuelta durante meses antes de designarlo y no le encontramos absolutamente nada”, se lamentan en la Ciudad. ¿Hay otros nombres que puedan sucederlo? La respuesta oficial es que sí, pero ya nadie se anima a firmarlo.

Es que la nueva fuerza tampoco cuenta con tantos altos mandos. La mayoría quedaron en la Policía Federal, que es administrada por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. Esa relación hoy sigue generando muchas tensiones, tanto entre las dos fuerzas como dentro de cada una de ellas. La vieja cúpula de la Federal, según cuentan fuentes porteñas, sigue queriendo entrometerse en los “negocios” que controlaba en la Ciudad. Lo grafican como si fuera un pulpo: la cabeza quedó en la Federal y los tentáculos (las comisarías) pasaron a la nueva Policía de la Ciudad. Hoy esos tentáculos se independizaron, y eso genera pases de factura de un bando a otro.

Pero también puertas adentro de la nueva Policía sigue habiendo tensión. Sobre todo entre los efectivos que vienen de la Federal y se quejan por tener sueldos más bajos que los que eran de la Metropolitana. El martes, el propio Ocampo fue increpado por policías en un curso de formación y cambio cultural que están haciendo todos los miembros de la fuerza.

Transición. Igual, el Gobierno cree que la peor parte del traspaso ya pasó. “En la primera etapa era más importante que un policía fuera el líder del proyecto”, explican, para sostener que en una segunda etapa ya no sería fundamental. “Si conseguimos a un policía, yo prefiero que el jefe siga siendo un policía”, agregó un funcionario PRO. “Ahora deberíamos conseguir a alguien que cumpla con las condiciones que buscamos”, expresó otro funcionario, con despacho en la Jefatura de Gobierno. “Potocar era el policía más parecido a un civil que encontramos”, se lamenta.

Mientras tanto, en Seguridad siguen la situación con dos miradas. Una funcional, para que la gestión policial no se vea afectada. Y la otra comunicacional, para controlar el mensaje que le llega a la fuerza. Pero ya ven que si el modelo actual funciona, un civil terminará conduciendo la Policía