La petrolera Trafigura Argentina S.A. (TASA) decidió retirarse de la concursada por Oil Combustibles S.A. (OCSA), de Cristobal López y Fabián De Sousa, dejando a un paso de la quiebra a la empresa del Grupo Indalo, procesado por evadir más de 8 mil millones de pesos en impuestos a la AFIP.
"Resulta inviable que TASA pueda abonar o arribar a un acuerdo de pago de las deudas fiscales y tributarias de OCSA en las condiciones que las mentadas resoluciones internas de la AFIP establecen", explicaron los representantes de la empresa en un escrito presentado al juez Javier Consentino.
Y agregaron que "descartada la conformidad del mayor acreedor, resulta a todas luces inconveniente transitar el camino establecido por los arts. 48 y ss. de la Ley de Quiebras, cuando se conoce ya el desfavorable resultado final".
La petrolera era la única que había mostrado interés en la adquisición de la empresa de la compañia de los empresarios beneficiados durante el kirchnerismo. De esta forma, el Grupo Indalo estaría a un paso de la quiebra.
La Justicia había ofrecido un plan de pagos en 12 cuotas de la deuda total que arrastraba OCSA con la AFIP por un pedido de López y De Sousa. Los detenidos por defraudación al Estado volvieron a prisión por evadir el impuesto a las transferencias combustibles.
Otra de las opciones que intentaron los empresarios fue desligarse de su empresa mediante dos posibles compradores Ignacio Rosner y Santiago Dellatore, lo que llevó a la Justicia a sospechar de un presunto entorpecimiento de la causa.
Cristobal López ahora cuenta con el asesoramiento legal del ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández, quien fue a "ayudar a un amigo" porque existe "un Estado ladrón que mete presos a los empresarios sin ninguna razón para quedarse con su patrimonio".