POLITICA

El increíble caso del juez al que Scioli le aceptó la renuncia para que evite el juicio político

Fernando Ochoa había intervenido en una causa escandalosa con un cadáver falso y documentación apócrifa. Además, el ex magistrado querelló por 190 mil pesos a quienes pretendían juzgarlo.

El ex juez Fernando Ochoa. El gobernador bonaerense le aceptó la renuncia pese a que se le inició un juicio político por mal desempeño. La querella dice que ayudó a encubrir a un acusado.
| Perfil.com

-Señor Juez, vaya a buscar al hombre que casi mata a mi hijo y haga Justicia.
-¿Justicia? Por favor... Esto es Argentina.

El pedido desesperado corresponde a Walter Juan, un padre de Pilar que imploraba en el despacho del Juzgado en lo Correccional Nº4 de San Isidro porque sea encontrado el vigilante privado que atropelló y dejó en terapia intensiva a su nene de cuatro años. La respuesta desalentadora es de Fernando Luis Ochoa, ex juez Penal Económico durante la dictadura y magistrado bonaerense hasta hace casi dos años.

En ambos casos, el ex magistrado eludió al Consejo de la Magistratura con una renuncia. La última fue luego de una causa escandalosa que prescribió hace 10 días: la querella lo denunció por mal desempeño y de formar parte de una supuesta trama de encubrimiento de un empleado de una agencia de vigilancia privada. Hubo de todo al margen de la ley en ese juicio: un cadáver falso, testimonios apócrifos, y un certificado de defunción y un estudio genético truchos.

Cuando el tribunal de enjuiciamiento ya estaba conformado, el 13 de octubre de 2008 Ochoa presentó su renuncia al gobernador Daniel Scioli para “acojerse a los beneficios del régimen jubilatorio”, según recordó el propio magistrado en la 'contraquerella' que le efectuó a Walter Juan y a su abogado Gregorio Baldón por tratarlo de “patotero”, “sheriff” y “juez de la dictadura” entre forcejeos en la puerta de su despacho. Ahora les reclama a cada uno 190.000 pesos por daños y perjuicios.

La presentación dejó en suspenso el juicio político. La noticia fue publicada por la prensa y, según estimó Walter Juan a Perfil.com, Scioli “cajoneó” la renuncia durante más de un año para evitar que no sea conocido el 'perdón' del gobernador a un juez denunciado por graves irregularidades.

Así fue como el 2 de octubre de 2009, cuando el novelezco caso del niño atropellado ya estaba olvidado por los medios, Scioli firmó la aceptación de la renuncia de Fernando Ochoa mediante el Decreto 2.031 (Expediente Nº SP 275/08). Así, el juez eludió el jury que podría haberle quitado la jubilación de privilegio con una destitución.

A raíz del caso, Juan decidió meterse en la política y todas las semanas organiza cenas en su resturante de Pilar, Lola, con integrantes del PJ disidente. Entre palo y palo a Scioli, el empresario contó a este portal que está trabajando junto a Luis Barrionuevo y Eduardo Duhalde por la trasparencia judicial. "Jueces como Ochoa son lo que dejan libre a delincuentes que después matan a pibes como Santiago Urbani", expresó indignado.

El antecedente. Ya en 1982, como juez de alto rango, Fernando Ochoa había sido suspendido del Juzgado Nacional Penal Económico Nº5 y sometido a un tribunal de enjuiciamiento. Entonces investigaba a la Aduana por el presunto contrabando de armas por el conflicto del Canal de Beagle.

Según el cuenta el mismo Ochoa en la querella a Juan y Dalbón, “procedió a la detención del General Viola y el retirado Coronel Videla (…) Al General Viola lo remití detenido”, agregó, pero el Tribunal Militar lo sobreseyó a aquél y sentó a Ochoa en el banquillo por un error procesal. Pero el juez tuvo reflejos y renunció en julio de 1983 para volver a la actividad privada como abogado.

Lo curioso es que Ochoa regresó al Poder Judicial casi dos décadas después, en marzo de 2001, pero con un rango mucho menor en la justicia correccional bonaerense. La familia Juan sospecha que "lo hizo con un algún enchufe para jubilarse con privilegios". Desde entonces, dictó 601 sentencias y 439 fallos contravencionales.

Una de las causas resonantes fue la sentencia de seis años de prisión contra “El Cerrajero” (17/09/2007), el líder de una banda que saqueó cientos de cajas de seguridad de bancos con llaves plageadas. Otra fue la condena de cinco años de cárcel contra un estudiante de Medicina que asesinó a sus padres en 2005. Sus dictamenes eran duros, pero el caso del vigilante arrojó muchas dudas sobre su desempeño.

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“Sólo una sentencia fue revocada”, se jactó el magistrado. Incluso señaló que "jamás mereció apercibimiento o sanción alguna por parte de Tribunales". Claro, es que logró eludirlos.

Perfil.com le envió un cuestionario al magistrado a través de su abogada, María Rosa Madariaga (ex defensora de Susana Giménez, entre otros famosos), pero el magistrado se abstuvo de responder. Adujo que no emitirá declaraciones hasta que termine su sorprendente querella contra quienes lo llevaron al juicio político. Como él mismo advirtió, “esto es Argentina”.

(*) De la redacción de Perfil.com