POLITICA
Rubro delicado

La industria del Juego evita el conflicto con Macri y busca quitarse el estigma “Cristóbal López”

Los operadores del rubro coinciden en que el empresario kirchnerista perjudica al resto por la mala reputación. Los barcos que se hunden, el juego online y una compra millonaria de Boldt.

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Vidal, Angelici y López | cedoc
Hay un nombre que provoca ira cada vez que se la menciona en un diálogo off the record con cualquier referente de la industria del Juego: Cristóbal López. El empresario que irrumpió en escenacon la llegada de Néstor Kirchner a la Presidencia de la Nación provocó innumerables dolores de cabeza para el resto de las empresas del sector. ¿La razón? Sus métodos para conseguir licitaciones, y ampliar sus empresas, pusieron el foco de atención de la opinión pública posara sobre un negocio que prefiere operar en las sombras

Cuando la bomba estalló, en los últimos años, sobre las empresas del Grupo Indalo, sus compañeros de rubro no estaban preparadas para abrir sus puertas y mostrar a la sociedad que podían tener los números en regla. A pesar de que López quedó semi-retirado del juego, el estigma permaneció. Y ahora no se lo pueden sacar de encima. Con Mauricio Macri al frente de la Casa Rosada, los empresarios observan. Y evitan moverse por temor enfrentar a mayores crisis (o impuestos, que es un sinónimo en la actividad). A continuación, un panorama de cómo está hoy la industria y que se puede esperar para los próximos años:

Titanic. Crístóbal López vendió parte de su imperio. Su socio Ricardo Benedicto le compró la participación en los casinos de Rosario, Neuquén y los barcos flotantes que están en las orillas de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, el empresario del sur mantuvo su pedazo de torta en el mejor negocio de todo el país: el Hipódromo de Palermo. La gestión de Horacio Rodríguez Larreta ya se hizo cargo del tema y el Juego comenzó a tributar para las arcas porteñas. El Hipódromo se queda, pero los barcos se hunden: las licitaciones de ambos casinos flotantes vencen en 2019 y todos dan por hecho que el gobierno dejará caer las mismas para reducir la cantidad de salas.

La empresa española CIRSA tiene la mayor parte de los barcos y sabe que el PRO busca ir "contra el Juego". Su CEO, Manuel Lao le transmitió la preocupación a Macri en su gira por España: con elegancia catalana, le planteó la necesidad de "seguridad jurídica" para su negocio. El líder de Cambiemos respondió que el asunto dependía del Poder Judicial. Los españoles detestan a Cristóbal. Consideran que ingresó en los barcos gracias a su palanca política y ahora que se hunde, lo abandona.

Offline. Uno de los negocios que ya llegó a la Argentina, como a casi todo el planeta, es el juego online. No está regulado aún, salvo en casos puntuales como en Misiones. La política criolla no quiere discutir las bases para regularizar el asunto "por miedo a quedar del lado de los bingueros". Durante el debate sobre el Impuesto a las Ganancias, los diputados no tuvieron mejor idea que crear un impuesto al juego online. Es decir, una tasa a una actividad que aún no está controlada.

Durante la edición 2015 de la feria de la industria SAGSE, que se realiza todos los años en Costa Salguero, decenas de empresas -provenientes de Europa y paraísos fiscales- vinieron como conquistadores a ver qué pasaba en el país sudamericano. Sin embargo, los operadores que están instalados en la Argentina saben que impulsar el juego online hoy parece casi imposible.

La palanca del Tano. Durante el kirchnerismo, cuando se hablaba del Juego se pensaba únicamente en Cristóbal López. Con la llegada de Macri, ahora la lupa quedó sobre Daniel Angelici, con presencia, sobre todo, en Buenos Aires. Hay que hacer una salvedad: Angelici está lejos de manejar el volumen de López. Sin embargo, desde diciembre de 2015, todos aceptan que tiene la palanca política. Por eso, ante cada novedad en el rubro, las fuentes aconsejan "hablar con la gente del Tano" para entender porqué se tomó X medida en la provincia más grande del país.

Nuevo. Ya que hablamos de Buenos Aires, está en funciones el nuevo titular de Lotería bonaerense, Matías Lanusse. Con 33 años, el flamante funcionario tiene nulo conocimiento de la actividad. Lo mismo ocurre con quien hoy maneja Lotería Nacional, Tomás Félix ElizaldeTodo un mensaje del PRO hacia los bingueros. Lanusse ejerció funciones en el gobierno porteño durante la gestión de Macri en la ciudad. Su último puesto fue el de subsecretario de Aguas de la Provincia, que depende del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos. Deberá aprender rápido para sentarse en la mesa de operadores que manejan el negocio hace décadas.

¿De dónde salió Lanusse? Las fuentes consultadas por Perfil hablan de una cercanía con Fabián "Pepín" Simón. Abogado de confianza de Macri, Simón integra la mesa chica PRO y lideró las negociaciones con los bingueros en la Ciudad. Lanusse trabajó para el estudio Llerena&Asociados, donde Pepín era primera línea y fue quien lo ubicó en el ministerio de Espacio Público de la Ciudad. Sin embargo, la recomendación a Vidal para poner al joven llegó a fin del 2016 por parte de un exministro suyo, Edgardo Cenzón. 

Codere respira. Mucho se rumoreó la semana pasada con una supuesta reunión del CEO de la española Codere, Martínez Sampedro con Macri en tierras europeas. La reunión no existió y por ahora la empresa que tiene 14 bingos en Buenos Aires analiza los próximos movimientos. El proyecto para trasladar el bingo de Temperley al puente La Noria quedó stand by por el rotundo rechazo de la gobernadora María Eugenia Vidal. Nadie en el sector quiere pelearse con una dirigente de tan buena imagen pública. ¿Volverán a la carga? Seguramente, pero no por ahora. Por lo pronto, en España la empresa continúa poniendo en orden los números tras el impacto que le produjo la crisis de 2008/09 y que la dejó en manos de fondos de inversión (fondos buitre, en criollo). 

Boldt compró. Tras varios meses de espera, la empresa de la familia Tabanelli cerró el acuerdo con Sociedad Comercial del Plata (SCP) y compró el 50% que le faltaba del casino Trillenium de Tigre. De esta manera ya tiene todo el control de la sala de zona norte. Según pudo saber Perfil, los casi 150 millones de pesos que pagaron no valen tanto como negocio en sí, sobre todo porque la concesión está vencida y se renueva mes a mes. Pero hay dos cuestiones que desvelaron a sus directivos: primero, un juicio que la empresa le inició al Estado provincial por haber incumplido con la cláusula de exclusividad que había 150 kilómetros a la redonda. ¿Qué cifra reclaman? Más de 600 millones de dólares. Lo segundo, el valor inmobiliario del inmenso terreno que tienen en una de las zonas más caras del conurbano.