Al igual que Martín Báez, los otros tres hijos del empresario kirchnerista deberán presentarse una vez por semana ante el juzgado que investiga la “ruta del dinero K” para demostrar que cumplen con la orden del magistrado, informaron fuentes de la causa a PERFIL.
Luciana, Leandro y Melina Báez deben fijar domicilio en Capital Federal y no podrán ausentarse más de 24 horas de ese lugar. Ayer, estaban alojados en un hotel de Recoleta. Las mismas medidas pesan sobre Martín Báez desde que su padre fue detenido en el aeropuerto de San Fernando.
Martín está procesado, al igual que el dueño de Austral Construcciones, por una maniobra de lavado por $ 209 millones de origen ilícito que el empresario trajo de Suiza mediante la compra de bonos en 2013. El juez y el fiscal federal Guillermo Marijuan sostienen que esos fondos son producto de los sobreprecios en la obra pública y de una evasión fiscal fraudulenta, ya que la constructora utilizó facturas apócrifas para defraudar a la AFIP. Se cree que esos documentos comerciales falsos también podrían haberse usado para camuflar el pago de sobornos a distintos funcionarios responsables de la asignación de la obra pública.
El juez Casanello también adelantó las indagatorias de los Báez. El 5 de julio deberán presentarse Martín –por tercera vez–, Leandro y Melina Báez. Al día siguiente, volveran a declarar Báez, su contador Daniel Pérez Gadín y el abogado Jorge Chueco. Los tres están detenidos en Ezeiza.
El jueves 7 será el turno de la mayor de los Báez: Luciana. También declarará el abogado uruguayo Juan Pedro Damiani, una de las figuras clave en la trama de lavado internacional que investigan Casanello y el fiscal Marijuan.
Los hijos de Báez quedaron imputados la semana pasada cuando salieron a la luz cuentas bancarias a su nombre en Suiza US$ por unos 25 millones. Los cuatro hijos tienen prohibido salir del país y están embargados.
El jueves, la Cámara Federal confirmó a Casanello como juez de la causa pero le exigió avanzar contra CFK.
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