Cuando termine de pasar el tsunami que significó en la coyuntura argentina la designación del papa Francisco, la agenda política volverá a retomar su cauce normal. Allí, se podrá visualizar si los cambios que impuso Cristina Kirchner en su discurso se limitan solamente a lo gestual y simbólico o también repercuten en las decisiones políticas.
Democratización de la Justicia, Ley de Medios, reforma del Código Civil y Comercial, y las definiciones electorales, son los principales temas que marcarán si hay un antes y un después con el flamante Papa o si, por el contrario, todo seguirá igual que antes, con las crispaciones y tensiones siempre a flor de piel.
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El 1ºde marzo, en su discurso ante la Asamblea Legislativa, la Presidenta anunció el envío de varios proyectos que se agrupaban bajo el paraguas de la “democratización de la Justicia”. A los pocos días falleció Hugo Chávez y la semana siguiente Jorge Bergoglio se transformaba en Papa, por lo que la presentación de esas iniciativas se vio frenada.
Incluso, desde el oficialismo informaron que algunas estaban todavía en estudio y confección. Más temprano que tarde, esos proyectos deberán ingresar al Congreso, y allí se verá si la confrontación es lo que impera en su contenido y durante su tratamiento o no. La votación popular de miembros del Consejo de la Magistratura es el tema principal y el que más reticencias generó.
La relación con la Justicia, tan conflictiva durante 2012 y principios de este año, también marcará si el espíritu papal llegó para quedarse. En abril, se espera que la Cámara Civil y Comercial se expida en la causa por la inconstitucionalidad de la Ley de Medios que inició el Grupo Clarín. Paso seguido, la Corte Suprema deberá resolver, decisión que se espera para mediados de año. Pocos se imaginan que el discurso pacífico que comenzó a enunciar Cristina logre calmar los ánimos en esa batalla.
La primera señal podrá verse con el debate de la unificación y reforma de los códigos Civil y Comercial, que se prevé que se retomará en abril. En ese caso, es la Iglesia la que tiene ciertos reparos. Algunos, como el alquiler de vientres, ya había sido quitado, pero porque genera amplios rechazos también entre los legisladores. Otros puntos, como inseminación artificial, serán motivo de debate.
El panorama electoral, con el armado de listas y alianzas, que deberán definirse a principios de junio, también dejarán en evidencia si hay un nuevo escenario. Y la mira, en este punto, estará puesta tanto en el oficialismo como en la oposición.
