POLITICA

El mensaje de Navidad del Papa: "Donde nace dios, florece la misericordia"

En la Plaza San Pedro el Sumo Pontífice realiza su tradicional mensaje navideño.

El Papa Francisco en la plaza del Vaticano mandó un mensaje de Navidad.
| AP

El Papa Francisco envió su tradicional mensaje "Urbi et Orbi" desde el balcón de la basílica de San Pedro en el Vaticano dirigido a la ciudad y al mundo. El líder religioso divulgó la bendición que solo se imparte en Navidad y Semana Santa, que estuvo acompañada por el mensaje de la Jornada Mundial por la Paz, que se celebra el próximo 1 de enero:

“Sólo él, sólo él nos puede salvar. Sólo la misericordia de Dios puede liberar a la humanidad de tantas formas de mal, a veces monstruosas, que el egoísmo genera en ella. La gracia de Dios puede convertir los corazones y abrir nuevas perspectivas para realidades humanamente insuperables”, manifestó en tono esperanzador Jorge Bergoglio.

En su discurso, el Sumo Pontífice recordó a las víctimas de la trata de personas y del narcotráfico, alentó al pueblo colombiano a alcanzar un acuerdo de paz, pidió ayudar a los refugiados a tener un futuro y dio un mensaje de paz a varios países en conflicto, entre otras cuestiones.

Francisco pidió el esfuerzo de la comunidad internacional para acabar con la violencia en Siria, Libia, Ucrania, Irak, Yemen y en el África subsahariana. “Donde nace Dios, nace la esperanza. Donde nace Dios, nace la paz. Y donde nace la paz, no hay lugar para el odio ni para la guerra”, consignó.

Además, mencionó los ataques perpetrados por organizaciones terroristas cometidos en los últimos meses en varios puntos del mundo: “Quiero recordar también a cuantos han sido golpeados por los atroces actos terroristas, particularmente en las recientes masacres sucedidas en los cielos de Egipto, en Beirut, París, Bamako y Túnez”.

El líder religioso aprovechó la ocasión para transmitir un mensaje de esperanza al conflicto entre Israel y Palestina: “Que los israelíes y palestinos puedan retomar el diálogo directo y alcanzar un entendimiento que permita a los dos pueblos convivir en armonía, superando un conflicto que les enfrenta desde hace tanto tiempo, con graves consecuencias para toda la región”.

Donde nace Dios, florece la misericordia. Este es el don más precioso que Dios nos da, particularmente en este año jubilar, en el que estamos llamados a descubrir la ternura que nuestro Padre celestial tiene con cada uno de nosotros. Que el Señor conceda, especialmente a los presos, la experiencia de su amor misericordioso que sana las heridas y vence el mal”, concluyó.