POLITICA
la apropiacion del pontifice

El Papa también envió una carta a CFK, pero ella prefiere mantenerla en secreto

Los kirchneristas creen que las cartas de Francisco a Scioli, Macri y Lorenzetti fueron actos “protocolares”. El Gobierno las desestima como una jugada política.

Encuentro. La Presidenta saluda a Francisco en su asunción en el Vaticano hace un mes. Comenzaba un giro en el Gobierno.
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El papa Francisco envió una carta a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero la mandataria prefirió mantenerla en secreto. Así lo confirmaron a PERFIL dos fuentes de la Casa Rosada. En el Gobierno, no explican los motivos de la jefa de Estado para reservarse no sólo el contenido de la misiva sino también el hecho de haberla recibido. Pero aportan un dato: el jueves, Cristina se reunió con José María Arancedo, el titular del Episcopado argentino.

El Gobierno minimiza, puertas adentro, el intercambio epistolar entre el papa Francisco y dirigentes enfrentados al kirchnerismo, con el argumento de que se trata de algo protocolar: las cartas, aseguran los funcionarios K, son respuestas a salutaciones enviadas al momento de la entronización del ex arzobispo de Buenos Aires, y dicen que era su obligación contestarlas.

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Los kirchneristas explicaron que fueron los referentes tildados de opositores los que se aprovecharon de esos textos para hacer una maniobra política. Pusieron como ejemplo el caso de Ricardo Lorenzetti, el titular de la Corte Suprema, uno de los que divulgó el contenido de la carta que le envió Bergoglio. Después de que CFK anunció la “democratización” de la Justicia, esta semana, el magistrado difundió que el Papa decía que iba a orar por él y su ardua tarea. La carta estaba fechada en marzo, pero fue expuesta adrede en abril. Sin embargo, es improbable pensar que el ex arzobispo desconociera el impacto que ese texto podía tener ante el kirchnerismo y ante la opinión pública.

El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, compartió hace dos días la carta que el Papa le mandó también en marzo. Para el Gobierno, el contenido es muy crítico hacia Macri, porque pide por una ciudad sin “postergados”. El vínculo entre el jefe de Gobierno porteño y el ex arzobispo tuvo vaivenes: tenían buena relación hasta que se enfrentaron por el matrimonio igualitario, entre otras cosas.

Pero Francisco no sólo envió cartas. El día posterior a la inundación en La Plata y la Capital Federal, el Sumo Pontífice llamó al gobernador Daniel Scioli para solidarizarse con las víctimas y envió 50 mil dólares para asistencia social. Algunos funcionarios se preguntaron porqué Scioli y no Cristina, que es la Presidenta. Al momento, no hay respuesta.
Sin embargo, el Gobierno no cree que haya que buscar en esto movimientos políticos de Bergoglio. Aunque para muchos es inevitable. Las figuras elegidas para solidarizarse o para orar por ellas son, hoy, los principales enemigos del kirchnerismo. Lorenzetti es la figura que se opone al paquete de leyes que mandó al Congreso CFK: no está de acuerdo ni con la elección por el voto popular de los miembros del Consejo de la Magistratura ni con el resto de las iniciativas. A Lorenzetti, el Gobierno lo señala como el autor intelectual detrás de la demora en la aplicación de la Ley de Medios; también, como el que avaló al fuero Civil y Comercial, impugnado por el oficialismo. Ven, en él, una figura que desafía el liderazgo de CFK y que pretende ser candidato a presidente en 2015, aunque él ya lo negó varias veces.
Scioli es considerado un enemigo interno por haber anticipado su aspiración de suceder a Cristina si es que la jefa de Estado no consigue la reelección. Aunque no hay una ruptura formal los lazos están rotos en los hechos. Y Macri, se sabe, es uno de sus principales rivales.