POLITICA
Fractura expuesta

El paro por la reforma previsional tensó al máximo la interna de la CGT

UTA, Camioneros y sectores dialoguistas salieron ayer a diferenciarse del triunvirato

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La CGT buscó salir en la foto de un día complicado. A qué costo aún no se sabe. | 1218_opideangelis
El debate por la reforma previsional y la llamada a una huelga general dejaron expuestas las hondas diferencias que atraviesan al mundo gremial. La decisión de ir hacia una medida de fuerza se gestó este fin de semana. Fue informada a través de un mensaje, enviado por la secretaría de prensa el sábado por la noche, que adoptó una modalidad extraña: se confirmó el paro, a la vez que se aclaró que este sería formalizado recién el lunes por la comisión directiva.

El anuncio formal, en manos del triunvirato, motivó una serie de rechazos desde sectores de fuerte peso. La Unión Tranviaria Automotor (UTA) de Roberto Fernández decidió no adherir la medida de fuerza. La UTA integra la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) que dirige el triunviro Juan Carlos Schmid. En la previa, cerca del dirigente aseguraban que los colectiveros se alinearían con el paro.

También marcó diferencias Camioneros, el gremio de la familia Moyano. Por un lado, Pablo Moyano emitió un comunicado donde llamó a adherir a la medida de fuerza. El adjunto del gremio de transporte -y vice de Independiente- mostró su apoyo al endurecimiento pero mantuvo la distancia de la conducción cegetista que viene sosteniendo hace más de un mes, ausentandose de las reuniones de la comisión directiva.

Marcelo Aparicio, secretario gremial de Camioneros, dejó claras las diferencias en un discurso que pronunció ayer a la mañana en la sede del sindicato. “No vamos a movilizarnos, porque cuando nosotros vamos  esos mismos que hablan tantas cosas fueron los primeros que fueron a firmar sin consultar a Camioneros”, disparó.Se refería al acuerdo por la reforma laboral.

Luego aclaró que ellos estuvieron “siempre en la calle” y van a “volver a estar cuando sea el momento justo”. Finalmente, lanzó un desafío: “En el gremio vamos a acompañar las cosas que sean justas, pero tampoco vamos a ser esclavos de algunos que no nos acompañan nunca y si ya que tienen tanto poder, que lo demuestren alguna vez en la calle; porque si no está Camioneros, no existen”.

El gremio de los Moyano buscó así distanciarse de la conducción de la CGT, a pesar de que la misma no había llamado a movilizar. Sin marcar un quiebre, también eligió una estrategia diferente a la que adoptaron los sectores con los que se alió para oponerse a la reforma laboral: la Corriente Federal que conduce el bancario Sergio Palazzo decidió marchar al Congreso, junto a agrupaciones políticas kirchneristas.

También marcó un fuerte contrapunto una de los gremialistas más cercanos al Gobierno, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias). En declaraciones a la agencia Télam señaló que “No discutimos la legitimidad de la protesta, pero diferimos por completo en cómo exteriorizar los reclamos. Acá se agrió con el Ejecutivo una instancia de diálogo, y la lógica indicaba seguir discutiendo los temas inherentes a la clase pasiva. No o convalidamos que nos empujen a una pelea sin sentido”. Lingeri, junto a Andrés Rodríguez (UPCN) y Gerardo Martínez (UOCRA) integra el sector de los “independientes”, pero no quedó claro si la apelación al diálogo del líder sanitarista contaba con su apoyo. Con este tenso trasfondo, a partir de las 9 se inició la reunión del consejo directivo donde evaluarán el alcance de la segunda huelga general contra el gobierno de Cambiemos. Se espera una conferencia de prensa luego de que hable el presidente Mauricio Macri, a las 11:30.