POLITICA
conclusiones de un estudio

El regreso a la vida espiritual y su incierto impacto en los votantes

Iglesias. La gente acude en aluvión a misa. También la meditación o la reflexología, crecen.
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La Argentina viene atravesando en los últimos tiempos un fenómeno que algunos analistas llaman de “re-religiosidad”, una búsqueda de amplios sectores de la sociedad para encontrar un espacio de contención espiritual, aunque no sea necesariamente en una religión. La irrupción del papa Francisco, sin dudas, profundizará esta situación, y en beneficio de la Iglesia Católica. La incógnita es de qué manera repercutirá en el plano político.

Hasta ahora, este fenómeno no tuvo su correlato en el ámbito electoral.  La “re-espiritualidad”, según un informe al que tuvo acceso PERFIL, atraviesa a toda la población, sin distinción de clase, edad, ni género. La coronación de Jorge Bergoglio como Papa, por la trascendencia política que obtuvo, abre el interrogante respecto a si finalmente el plano espiritual y religioso incidirá en el electoral.

El informe “El fenómeno de la re-religiosidad”, realizado por Daniel Arroyo, presidente de la Red Par (Prioridades Argentinas), describe el crecimiento de grupos “que se juntan para realizar actividades sociales, vincularse con cuestiones de tipo religiosa, espiritual o de autoayuda. Lo hacen a través de distintas religiones, como la católica y evangélica, a través de distintos modelos o formas de espiritualidad. Lo que buscan son líderes que planteen distintas maneras sobre cómo vivir mejor, cómo respirar mejor, cómo conectarse”. Y aclara: “Es casi lo único transversal en Argentina que cruza a muchísima gente que de distintas maneras le busca la vuelta a su vida, y a cómo vivir”.

La interpretación es que este fenómeno está vinculado a tres cuestiones centrales: un sentido de pertenencia, la búsqueda de trascendencia y la construcción de un futuro. “La vida posmoderna es el arte del vacío constante y la re-religiosidad radica en la búsqueda de una solución a ese vacío. Se trata de llenarlo de ideas, propuestas, encontrar compañía”, manifiesta el texto.

A pesar de que la política también hace hincapié en la pertenencia y el futuro, el crecimiento de la militancia no tuvo el mismo correlato. En diálogo con PERFIL, Arroyo explicó que “hoy hay más gente que participa de la política, hay más gente que participa en acciones solidarias, pero lo masivo en serio es el fenómeno de la religiosidad y la espiritualidad”. Según él, existen cuatro argentinas: la pobreza estructural, los vulnerables, la clase media y la clase alta. Y la espiritualidad las atraviesa a todas por igual. “Es muy masivo y no se traduce en factor político, porque no todos votan lo mismo, pero es lo que realmente genera expectativas”, señaló.

El furor que generó la asunción de Bergoglio, con filas de feligreses esperando para confesarse y las iglesias con récords de concurrencia para las misas, abre un nuevo capítulo en este panorama. Y según el informe, sus consecuencias políticas o electorales, por ahora, “son difusas”.