El Gobierno apuesta a que el círculo rojo se equivoque una vez más. En medio de su cuesta abajo, el oficialismo se entusiasma con un déjà vu del 2015, cuando la minoría de los politizados, los empresarios y analistas le recomendaba a Mauricio Macri hacer una alianza con el peronismo de Sergio Massa. El entonces alcalde los desoyó, influenciado por Marcos Peña y Jaime Duran Barba. Macri se la jugó por la pureza amarilla y ganó. Tres años y medio después, con su figura desgastada y el relato oficial en crisis, el Presidente busca revivir la épica de la resistencia frente a la presión de ese núcleo PRO-friendly.
La exigencia, sin embargo, ahora es distinta a la que circulaba en los meses previos a la elección de 2015. El círculo rojo pide que Macri concrete una suerte de gesto patriótico y ceda su candidatura a María Eugenia Vidal. Y lo plantea en nombre de la subsistencia de Cambiemos. Parte de ese favoritismo se escenificó el martes pasado en el salón Versailles del Hotel Alvear. Fue durante el almuerzo del Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (CICyP). Con la gobernadora bonaerense como oradora central, la mesa para 12 costaba 100 mil pesos. Los 368 empresarios presentes convirtieron al encuentro en el segundo más concurrido, después del que tuvo a Macri como estrella en un lejanísimo 2016.
"El rumor se escucha también desde sectores económicos", dijo Cobos sobre Vidal.
El presidente del Consejo, Daniel Funes de Rioja, arrancó elogiando la “calidad de gestión y visión de liderazgo” de Vidal. Para el CEO de Fiat Argentina, Cristiano Rattazzi, ella mostró “el camino a seguir”. Ante la pregunta de al menos 15 ejecutivos, la gobernadora se vio obligada a aclarar que “tenemos un candidato a Presidente definido”.
El cafetero Martín Cabrales ayer insistió que la gobernadora “cae muy bien” entre empresarios. Algunos editorialistas también enumeraron los beneficios del giro de postulaciones. La UCR tampoco descarta que la gobernadora aspire a más. “La caída de imagen de Macri es notoria. En veinte días habría que analizarlo. Quizás esto se estabiliza. Pero yo no desecho lo de Vidal”, opina uno de los radicales que hinchó por Cambiemos desde el arranque.
El senador Julio Cobos se animó a darle entidad a la versión: “Si el rumor aparece es porque se escucha también desde sectores económicos. Vidal tiene buena imagen. Lo veo como una posibilidad”. El mismo Cobos ya había hablado semanas atrás de las diferencias en Cambiemos, calificando a Roberto Lavagna como "un buen candidato".
Días antes de la reunión de Vidal con los empresarios, una encuesta de Isonomía había encendido las alarmas del establishment local. Según la consultora que suele trabajar para la Rosada, Macri estaba nueve puntos abajo de Cristina Kirchner en un hipotético ballottage.
Poco después del almuerzo en el Alvear, el Gobierno vivió un jueves negro: el dólar alcanzó los $ 47,50; el riesgo-país superó la barrera de los mil puntos básicos; y las empresas argentinas cayeron más de 10 puntos en Wall Street. Tras ese pico de desconcierto, el oficialismo desplegó un mini-operativo. Su objetivo fue transmitirles calma a los mercados y dos certezas a los votantes: que Macri va a ir por la reelección; y que Cristina representa una alternativa peor. El Presidente, Horacio Rodríguez Larreta y Peña machacaron con ese libreto en una ronda mediática. Vidal, en cambio, optó por suspender su agenda y bajar el perfil.
Indecisos. “La encuestas todavía tienen un montón de indecisos. En ningún escenario nos da que gane Cristina claramente. Hay que tener paciencia, este escenario catastrófico no coincide con la realidad”, se auto-arenga un asesor de Macri.
"Este escenario catastrófico no coincide con la realidad", según un asesor de Macri.
Ayer, el Presidente repitió ese speech ante sus ministros, en la quinta de Olivos. Les pidió que transmitieran tranquilidad y les confirmó que el siga-siga abarca la continuidad de todos dentro del Gabinete. El mensaje incluyó una confesión: el macrismo no cuenta con plan un B económico y tampoco con uno político. Macri ni siquiera considera la posibilidad de reemplazar algún ministro: a esta altura sería casi imposible que una figura de peso, una capaz de calmar a los mercados por su mera presencia, acepte sumarse al elenco de Gobierno. Unas horas antes de la cita en Olivos, el Presidente había metido una pausa duranbarbiana, al visitar a una parejita bonaerense en su casa de Martínez. La cuenta de Instagram de Macri registró el momento y lo difundió como si fuera una postal.
En adelante, la hoja de ruta se limita a resistir, a seguir a los tumbos hasta el cierre de listas.
Después, proyecta morder un ballottage contra Cristina, aún a costa de perder la gobernación bonaerense. Una vez en esa situación, Macri espera ser electo por descarte y ganar por medio gol de ventaja.
Se trata de carambola riesgosa. Pero lo cierto es que la propuesta del círculo rojo tampoco era garantía de éxito electoral. “Sin llegar a la interna, Vidal se posicionó como una línea distinta a la de Macri por comunicación y gestión. Por eso podría revertir cierto descontento y capitalizarlo en votos. Pero tampoco sería gratis para el oficialismo que su principal figura se tenga que bajar”, opina el consultor Javier Correa.
Macri le dijo a los empresarios que le ganará a CFK 52 a 48
“En la medida en que Vidal siga pegada a Macri, sin diferenciarse claramente, tendría un destino similar al de él”, asegura el encuestador Hugo Haime. Lejos del discurso ambicioso de hace un año y medio, ahora el plan macrista se orienta hacia la reducción de daños.
Vidal, por ahora con perfil bajo
En medio de la intifada empresaria para que María Eugenia Vidal sea la candidata presidencial de Cambiemos, la gobernadora resolvió replegarse y bajar el perfil. Al igual que Mauricio Macri, Marcos Peña y Horacio Rodríguez Larreta, buscó de-salentar esa versión. El martes pasado se limitó a relatar su gestión bonaerense, ante empresarios y banqueros. El jueves suspendió una recorrida de campaña que tenía agendada para ayer en Córdoba. Ahí se iba a mostrar junto al candidato a gobernador radical Mario Negri, quien intentará derrotar a Juan Schiaretti. Los voceros de Vidal atribuyeron la decisión a la suba del dólar y el riesgo país. Pero hubo algo más: la gira proselitista por Córdoba iba a contribuir a la nacionalización de su figura. Si bien en Casa Rosada repiten que la crisis actual no se soluciona a partir de un simple cambio de nombres, el oficialismo prefirió de-sactivar cualquier gesto que pudiera leerse en esa clave.
H.B.
