Los trabajadores metalúrgicos, liderados por Antonio Caló –jefe de la CGT oficialista–, cerraron las paritarias con un aumento en los sueldos del 27,5%. Los gremialistas dijeron que, inclusive, la oferta es mayor, y que trepa al 29,5%, por beneficios no remunerativos.
El acuerdo es en dos tramos. El primero contempla un incremento del 15% y el segundo, sobre esa base, una suba del 10%. El último pago será el 1º de julio. Este convenio garantiza un salario mínimo de 6.400 pesos, entre básico y adicionales, según informó la agencia estatal Télam.
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El arreglo fue sellado por Caló, los empresarios y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Con el primer pago el salario de los metalúrgicos ascenderá a 5.750 pesos, sin contar horas extras. La paritaria que se cerró tiene fecha de vencimiento en marzo del año que viene. De este modo, el Gobierno nacional consiguió abrochar una discusión salarial anual, sin cláusulas gatillo por la inflación, y que regirá hasta el año que viene.
“Se fortaleció el salario básico y se posibilitó también que los adicionales estén mejor reflejados, en tanto se priorizó la defensa de la capacidad adquisitiva de los haberes y la necesidad de garantizar los empleos”, explicó Tomada en la conferencia de prensa que brindaron tras alcanzar el acuerdo. Para Caló, “lo ideal no existe. Este ha sido el mejor acuerdo”.
Los empresarios habían ofertado, en un inicio, el 24% de aumento.
