POLITICA

El tiempo del “chiquitito”

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Lentamente, los funcionarios de Cristina Kirchner comienzan a reconocer la dimensión del espanto que atravesó la Casa Rosada en los días más aciagos de enero, cuando el futuro del Gobierno dependía de que se cumplieran las profecías de Juan Carlos Fábrega, el providencial presidente del Banco Central. En aquel entonces, muchos funcionarios se miraron entre sí, se preguntaban si realmente el Banco tenía espaldas suficientes para enfrentar la corrida verde. Miembros del gabiente reconocen ahora la magnitud de aquellas dudas. Pero las profecías se cumplieron y las luces rojas viraron al amarillo. Con sus títulos revalidados, Fábrega transmitió ahora que el futuro recae sobre las espaldas de quienes deben incentivar inversiones y aplacar la inflación. El porvenir del Gobierno depende de la economía, y de ahí la centralidad que tuvo ayer en el discurso de Cristina Fernández de Kirchner. ”¿Dónde estás Axel [Kicillof], que no te veo?”, se preguntó ayer la Presidenta en un tramo de su discurso. “Ah, ahí estás... chiquitito, pero cumplidor”, se respondió. Deberá cumplir.