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El valor real del departamento de Arribas

El jefe de los espías declaró que pagó un millón y medio de reales. en el condominio, los departamentos se ofrecen ahora al doble. se acostumbra escriturar por un monto menor.

El departamento de Gustavo Arribas.
El departamento de Gustavo Arribas. | CEDOC

¿Cuánto vale realmente el departamento que Gustavo Arribas vendió en el conjunto de tres torres de 25 pisos cada una llamado UpScale y ubicado en el corazón geográfico de San Pablo?

Según la escritura, Arribas vendió el inmueble en 1.500.000 reales (casi medio millón de dólares al cambio actual). Se trata de torres de calidad, pero no son de lujo. Casi no hay pisos enteros. La mayoría son semipisos: se comparte el ascensor con, por lo menos, un vecino. Por otro lado, en algunos “andares”, como se dice en Brasil, hay departamentos menores a 150 metros cuadrados. En San Pablo sólo los pisos integralmente dedicados a una única unidad, con más de 350 metros y con construcción de comprobada calidad, pueden considerarse de lujo.

Otro punto que disminuye su valor es que parte de las torres funciona como apart hotel de la red Estanconfort. Allí suelen vivir jugadores de fútbol que saben que no estarán más que un semestre o dos en su club.

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Vila Nova Conceição es uno de los mejores barrios. Pero en la última década, cuando las propiedades nuevas se valorizaron en algunas zonas, Vila Nova se mantuvo estable. No cotizó hasta el 50% más como, por ejemplo, Vila Olimpia e Itaím o Moema, por citar los tres barrios más próximos.

Además, el departamento se encuentra en el peor sector de Vila Nova, el comercial. Una de sus avenidas, Santo Amaro, fue elegida por los lectores de la revista Veja como “la más fea avenida de la ciudad”.

El valor de las expensas del condominio es bajo, alrededor de 150 dólares mensuales, y el inmobiliario anual es menor de US$ 500. Dos números que también describen que no hay lujo…

El valor que se pide por una propiedad como la de Arribas ronda los tres millones de reales, transformado a dólares puede haber costado en el pasado reciente más que los 500 mil declarados por él; o menos. El cambio en Brasil fluctuó en los últimos años con demasiada amplitud, de R$ 1,60 a R$ 4,20. Tanto la compra como la venta, pasada a dólar, puede variar “una fortuna” dependiendo del momento en que se efectivizó. Si pasamos tres millones de reales a dólar de 1,60, la cuenta alcanza casi los dos millones de dólares; si se convierten los mismos tres millones de reales a dólar de R$ 4,20, la cifra cae a menos de un millón, exactos 715 mil dólares. Además inciden otros factores: nadie paga lo que se dice que vale; normalmente se arregla por la mitad si el vendedor está desesperado, como estuvieron muchísimos propietarios en este período. En San Pablo, cuando se vende una propiedad se tasa en 15% la diferencia entre el valor antiguo de compra y el nuevo de venta. La Prefeitura (intendencia) tiene fijado un índice mínimo de valor por metro cuadrado, caso a caso, para que nadie practique dumping en la venta. En el caso de Arribas, si él no compró otro inmueble registrado como su morada, pagó el 15%: eso a la hora de su declaración puede haberlo incluido o excluido (descontado).

Oficialmente, ninguna inmobiliaria tiene departamentos de estas torres a la venta. Pero actualmente hay tres propietarios que venden. El monto solicitado por Eduardo Carvalho de Araujo es de R$ 3 millones por 138 m2; es decir 600 mil dólares. Otro de sólo cuatro metros cuadrados menos vale exactamente un millón de reales menos para su dueño, o sea US$ 310 mil dólares más barato: esos 4 m2 cuestan, entonces, para Carvalho Araujo, 77.500 dólares cada uno. ¿Absurdo? No, mejor es decir que depende de cada caso. El tercer departamento que se vende es de 151 m2 y el dueño pide en algún anuncio tres millones y medio de reales (500 mil dólares) y en otro sólo 3 millones. Bajó 156 mil dólares de un día para el otro. Cinco moradores abordados arbitrariamente por PERFIL dijeron no conocer o recordar a Arribas.

Existe un departamento en la torre Warehouse a punto de ser rematado por la firma Franklin Leilões. La base fue de poco más de R$ 3 millones (casi un millón de dólares). Las ofertas cerraron el martes 7 de febrero y la mayor llegó a R$ 3.678.235,46 (un millón 150 mil dólares estadounidenses). Nuevamente, una cosa es lo que se pide y otra cuánto se paga.

En conclusión, Arribas puede haber escriturado, como ocurre en Argentina, por menos del valor que pagó o recibió; la práctica es, o era, común por estas pampas. Por fin, los 70 mil dólares que dice haber pagado por muebles suenan lógicos; algunos extranjeros –especialmente hombres que se mudan solos– suelen comprar departamentos amueblados. Hasta aquí, en suma, con pequeñas variaciones, la historia contada por Arribas es posible. El origen de ese dinero es otro capítulo: sólo él lo conoce.

(*) Desde San Pablo Director de Perfil Brasil