POLITICA
viejos rencores

En el Gobierno ahora buscan la salida de Lorenzetti de la Corte

Luego de perder la presidencia del máximo tribunal, hay en marcha un plan oficial de desgaste. A la embestida de Carrió, se suma la mesa jurídica de Macri y un frente interno.

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Frente a frente. Esta semana, en el marco del encuentro del J20, Lorenzetti compartió un acto institucional con Macri y con Rosenkrantz, su predecesor en la Corte. | na

“Si fuera por nosotros, en noviembre está afuera”. Con total hermetismo, y con un juego de pinzas que involucra a Elisa Carrió pero también a la mesa jurídica que asesora al presidente Mauricio Macri, el Gobierno está trabajando para que Ricardo Lorenzetti, ex presidente de la Corte Suprema de Justicia, deje finalmente el máximo Tribunal. Desde comienzos de año que el Presidente ya no confiaba en él, acaso por ello alentó un recambio de autoridades.

“Es peor un león herido que uno sano”, le explica a PERFIL uno de los cerebros jurídicos del Gobierno, y adelanta que vienen trabajando junto a la diputada chaqueña para desgastar a Lorenzetti interna y externamente para que se aleje. “El problema que tenemos ahora es que está adentro todavía, y herido, con lo cual tiene poder de daño”, agrega la misma fuente.

La estrategia había comenzado a tejerse antes de que Lilita estalle con el ministro de Justicia, Germán Garavano, tras admitir que está en contra de las prisiones preventivas cuando hay un procesamiento en primera instancia. En el oficialismo lo consideraron “injusto”, en particular porque Garavano forma parte de la mesa jurídica y, aunque institucionalmente tiene diálogo con la Corte, fue funcional al ingreso de Carlos Rosenkratz como flamante presidente del máximo tribunal. ¿La convencieron a Lilita de esto y por ello abandonó el juicio político al ministro de Justicia? La pregunta sobrevolaba ayer en Casa Rosada.

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La mesa jurídica que asesora a Macri la integran, entre otros, Pablo Clusellas (secretario Legal y Técnico), José Torello (jefe de asesores del Presidente y amigo personal), Fabián “Pepín” Rodríguez Simón (abogado personal de Macri en las causas civiles), Bernardo Saravia Frías (Procurador del Tesoro) y el propio Garavano. Torello y “Pepín” son interlocutores privilegiados con la líder de la Coalición Cívica. A ellos, por su lado, cuando se trata de lidiar con Comodoro Py, se suman, en nombre del macrismo, Gustavo “el Negro” Arribas, el jefe los espías, y Daniel “el Tano” Angelici, el presidente de Boca Juniors que no pierde influencia entre jueces federales.

Comodoro Py fue clave para sostener en el poder a Lorenzetti, y es una de las grandes batallas donde puso el ojo Elisa Carrió.

Pinzas. De todas maneras, el acuerdo con Carrió solo concierne al máximo tribunal y excluye, de plano, el rol de Angelici y de Arribas en la materia. La estrategia supone un operativo desgaste hacia dentro de la Corte contra Lorenzetti, cuyo primer capítulo se pudo ver con la sorda disputa por el CIJ, el centro de información que manejaba María Bourdin, asesora de Lorenzetti. Pero implicará, a futuro, otras disputas internas de áreas que había colonizado el ex titular de la Corte. En esta tarea se encuentra Rosenkrantz con un aliado: Horacio Rosatti, otro de los magistrados, quien además goza de la simpatía de Carrió. Rosatti fue clave para la caída de Lorenzetti también. “A medida que vaya perdiendo poder los jueces que lo apoyaban se van a ir corriendo”, razona otro funcionario macrista. Hacia afuera, está previsto que “Lilita” vuelva a posar sus ojos sobre el juicio político que inició e intente moverlo en la Cámara de Diputados.

Aunque los votos para el juicio político hoy no están, cuando Carrió agitaba el tema, Lorenzetti solía llamar, de manera desesperada, al jefe de Gabinete, Marcos Peña, a Garavano y, en algunas ocasiones, hasta el propio Presidente, para que intenten frenarla.

Por eso, la idea que baraja el oficialismo es que Carrió insista con presuntos desmanejos de la administración de la Corte en los largos años que estuvo al frente del máximo Tribunal. Ayer pidió al Congreso que la AGN realice un informe de las cuentas de la Corte durante  el período que estuvo bajo la órbita de Lorenzetti.

La estrategia, además, tiene una pata exterior fuerte: el Grupo Clarín, que no perdonó jamás a Lorenzetti haber sido uno de los gestores de la legalidad de la ley de Medios, en plena guerra con el kirchnerismo. Para peor: en esos tiempos, el entonces titular de la Corte se reunió con los principales directivos de Clarín y les expresó que el fallo, dividido, no iba a estar en contra de sus intereses. Finalmente, terminó siendo un golpe decisivo que puso en jaque la vida del Grupo. Heridas del pasado que no sanaron.

Auditoría

Elisa Carrió, eterna enemiga de Ricardo Lorenzetti, volvió este viernes a la carga contra él y Héctor Marchi, administrador de la Corte y hombre de máxima confianza del rafaelino. Fue a pedir al Congreso que la Auditoría General de la Nación (AGN) realice un informe de las cuentas del máximo tribunal durante la última década, período que estuvo bajo la órbita de ambos. En la Corte, el pedido tuvo una lectura que apuntó directo al Ejecutivo. Si bien Carrió siempre disparó contra Lorenzetti, su presentación era vista ayer como una suerte de “blanqueo” de lo que sucedió durante el último tiempo en la relación de la Rosada con Lorenzetti, cuando aún era presidente. “Hicieron el juego del policía bueno y el malo y resultó que ellos mismos le apuntaban, aunque decían que no”. Se referían así a las versiones que indicaban que el Ejecutivo, en pos de que Carrió dejara de apuntar a Garavano, permitió que volviera apuntar hacia el cortesano.