POLITICA
buscan suavizar el nivel de preocupacion

En la Rosada ahora le bajan el tono a las amenazas de seguridad del Presidente

El armado de la custodia presidencial generó una fuerte interna entre Patricia Bullrich y otros funcionarios del Gobierno.

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‘Timbreo’. Macri salió ayer a la calle, en sintonía con la imagen que busca mostrar el oficialismo. | Telam

A contramano del altísimo perfil que ganó Patricia Bullrich en las últimas semanas, desde Casa Rosada buscan bajar el tono al supuesto riesgo en la seguridad presidencial. A caballo de la tanda de amenazas telefónicas, del dúo de tuiteros falsos terroristas y del confuso intento de agresión a Mauricio Macri en Mar del Plata, el Ministerio de Seguridad de Bullrich le da rango de cruzada al tema de la custodia presidencial. El resto del Gobierno, sin embargo, relativiza los cambios, suaviza el nivel de preocupación y a su vez se resiste a revertir la imagen (siempre redituable) de un Macri cercano y callejero.

“Mauricio va a seguir yendo al Conurbano y a todos lados. Tendremos un poco más de cuidado con la inteligencia previa, pero nada del otro mundo. Tampoco nos quiso atacar el ISIS”, ironiza un asesor de Macri con oficina en la Casa Rosada. Sin buscarlo explícitamente (aunque algunos dirigentes sí lo hicieron adrede), desde el Gobierno desautorizaron el discurso duro de la ministra Bullrich, quien había advertido: “Que la gente sepa que la amenaza no es gratuita, que los vamos a buscar y van a tener un proceso penal”.

Al margen de los celos entre Bullrich y otros sectores del PRO, como los que existen con el Ministerio de Seguridad bonaerense de Cristian Ritondo, el intento de desdramatizar tiene otro objetivo: no alterar la estrategia del cara a cara humanizante con “los vecinos”, que tan buenos resultados había dado durante campaña. Al participar del timbreo nacional en el partido bonaerense de San Miguel, ayer Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal reafirmaron que el oficialismo no pretende archivar ese recurso.

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Bullrich ya había ganado protagonismo a partir de una serie de denuncias sobre amenazas anónimas contra el Gobierno, pero con el intento de agresión a Macri en el barrio Belisario Roldán de Mar del Plata, ocurrido hace casi diez días, se terminó de instalar como vocera entusiasta en asuntos de seguridad presidencial.

La ministra primero desmintió la versión del jefe de la Bonaerense, Pablo Bressi, quien en un principio (luego se desdijo) había negado la existencia de pedradas contra el auto de Macri. Y la ministra después confirmó que Macri va a usar un Mercedes-Benz Vito blindado, a partir de septiembre.

Desde Casa Rosada, recordaron que la seguridad y los traslados de Macri dependen de la Casa Militar, un organismo controlado por el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, con base y oficina en la Rosada. El rol de Casa Militar es coordinar con la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Prefectura, Gendarmería, y las policías locales de los lugares que Macri visita.

En febrero pasado, Macri designó al general de brigada José Luis Yofre como jefe de la Casa Militar. El encargado de proteger a Macri, con casi 150 agentes a su cargo, egresó del Colegio Militar como subteniente del Arma de Caballería en 1981. Tiene 54 años, fue director de Remonta y Veterinaria y también presidente de la influyente Asociación Argentina de Fomento Equino.

“Yofre está más firme que nunca”, aseguraron en la Secretaría General de la Presidencia, en respuesta elíptica a la omnipresencia de Bullrich. Así, en medio de internas múltiples y anuncios mediáticos, al momento no son demasiados los cambios en la protección de Macri: mayor inteligencia previa a una recorrida y controles antibomba más rigurosos en la entrada a la Rosada.