POLITICA
la ex presidenta, hiperactiva

En las sombras, Cristina arma listas en las provincias y alimenta su candidatura

Está recluida en El Calafate y bajó la orden de sumar nombres para mantener su fortaleza en el Congreso. Sin internas en la Provincia y despreocupada por Alternativa Federal.

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Modo “angelical”. Una de sus últimas apariciones, fuera de sus visitas a Py, fue en noviembre. | twitter

Desde El Calafate, Cristina Kirchner mantiene el diálogo abierto con distintos dirigentes del peronismo de todo el país. Escucha las sugerencias de los jefes territoriales para el armado electoral en cada distrito y analiza posibles nombres para las boletas que ocuparán desde candidatos a gobernadores, legisladores e intendentes. La senadora se prepara para la elección, se muestra optimista y pide agilizar la construcción de un nuevo frente del que Unidad Ciudadana formará parte. Quienes hablan con la ex presidenta no dudan de que esta hiperactividad de campaña la tendrá como protagonista principal en la boleta presidencial.

En el Sur, Cristina mantiene la televisión prendida gran parte del día y el celular cerca. Ante cada noticia, abre el WhatsApp y la comenta no solo con personas de máxima confianza, sino también con dirigentes con los que avanza en acuerdos electorales. Los cortes de luz fueron uno de los últimos temas que siguió con un diputado nacional, haciendo mención en la ganancia que el sector eléctrico incrementó el último año del gobierno de Cambiemos debido a la suba en las tarifas.

De 68 diputados nacionales, el kirchnerismo busca que su poder se mantenga intacto, por lo que debería conservar las bancas de los 37 legisladores a los que se les termina su mandato este año. Por ello dio la orden de armar listas en cada una de las provincias. Oscar Parrilli es quien lleva el mensaje: la meta en los territorios comandados por peronistas es acordar nombres con los gobernadores. “Si va Cristina en la boleta presidencial ¿Sergio Uñac va a poner a sus hombres claves en la de Massa y Urtubey o en la nuestra?”, se pregunta un dirigente kirchnerista asegurando que tanto el gobernador de San Juan como los otros mandatarios que incluso hoy se muestran con el espacio de Alternativa Federal van a optar por la nómina que les asegure un triunfo. “Aunque pongan uno y uno, a nosotros ese nombre nos sirve para bajar a la provincia y mostrar que el gobernador está con nosotros y para que ese sector fiscalice la elección”, concluye.

Mientras se prepara para tener que asistir varias veces a Comodoro Py por las diferentes causas en las que es investigada, también comenzó a ordenar la agenda de provincias a las que ya fue invitada. “El año político empieza cuando empiezan las clases”, dicen cerca de la ex presidenta sobre su regreso a la escena pública. En estas semanas, Cristina dejó que la economía hable sola y esquivó las polémicas en las que Cambiemos buscó colocarlos como la crisis en Venezuela y las medidas contra la inseguridad. Pidió que, al igual que ella, sus dirigentes eludan la disputa. “Acá el verdadero problema y la verdadera preocupación de la gente es la economía”, repite cuando la consultan sobre temas de agenda. Al regresar a Buenos Aires esquivará las cámaras en los tribunales y se mostrará cercana a los votantes en recorridas por el interior.

El kirchnerismo busca mantener su poder intacto en Diputados y renovar 37 bancas

Provincia. En el territorio bonaerense es donde la ex presidenta buscará sumar más bancas. Los intendentes peronistas, convertidos en sus principales aliados, ya le dijeron que es la dueña única de la lapicera con la que rellenará los nombres de las 35 bancas que se eligen. Los dirigentes se conforman con poner el nombre del candidato a gobernador y controlar la Legislatura bonaerense.

Ya advirtió que para la pelea con María Eugenia Vidal quiere una elección ordenada. Entendió que no puede haber internas en la campaña a gobernador y parece dispuesta a aceptar el acuerdo que le proponen los jefes distritales. “¿Qué hacemos con La Matanza?”, le preguntó la senadora a uno de ellos. Cristina sueña con recuperar el 65% de los votos que supo tener en 2011 en el distrito más populoso del país, pero teme que las peleas entre la intendenta, Verónica Magario, y su antecesor, Fernando Espinoza, por la candidatura a gobernador a la que ambos aspiran termine complicando la elección.

“¿Cómo está todo por ahí? Voy a subir a Twitter el video de Néstor”, fue uno de los primeros tres chats que Cristina escribió el sábado pasado mientras los bonaerenses se reunían en Santa Teresita. No bien leyó que Cambiemos decidió no desdoblar las elecciones en la Provincia volvió a abrir el WhatsApp para coordinar nuevas reuniones y así avanzar en la estrategia electoral bonaerense.

"El año político arranca con las clases", dicen sobre su regreso a la escena pública

Unidad. A la senadora ya no le preocupa el armado de Alternativa Federal. “Si no quieren la unidad, que se presenten y que no se caigan porque le sacan más votos a Macri que a nosotros en la general.  En el ballottage es otra historia”, dijo la ex presidenta esta semana después de que un legislador provincial le avisara que dirigentes del massismo ya los habían contactado tras conocer que la elección en este territorio será el mismo día que la presidencial.

Cristina también habla con consultores que le aseguran que el peronismo alternativo no se mueve en los números y le cuentan que “el único que se mueve es Massa, pero para abajo”. Muchos le dicen que se presente y ella aún no contesta pero dice que todas las candidaturas, incluso la presidencial, esta vez se definirán antes del cierre de listas (22 de junio).

“Desde 1989, su nombre estuvo siete veces en distintas boletas, si cree que tiene posibilidades de ganar, estará”, explica un asiduo visitante al Instituto Patria.  

Máximo Kirchner regresó del sur para avanzar en reuniones en el armado electoral, mientras que la expresidenta volverá unos días después para sumarse a varios de los encuentros que ya coordinó su hijo.