El yate, matrícula DL2153AC y valuado en más de un millón de dólares, habría llegado a Piriápolis para un supuesto arreglo técnico, pero la Justicia argentina se trató de una maniobra más de las evasivas de la embarcación, que contaba con pedido de interdicción por parte del juez federal Norberto Oyarbide, antecesor del actual magistrado a cargo del caso, Sebastián Casanello, según informó Clarín.
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En 2010, en esta misma investigación, Oyarbide ya había hallado el yate en Florianópolis, capital del estado brasileño de Santa Catarina, gracias a un dato aportado por la Cancillería. Fue entonces cuando pidió la interdicción de la lancha a Interpol. Pero luego se perdió su rastro.
Ahora, a través de Interpol, la fiscalía a cargo de Carlos Rívolo supo que en los últimos días llegó a Piriápolis el yate modelo Altamar 64. Inmediatamente se ordenó la interdicción de la nave, que ahora no puede salir de esta ciudad ya que interviene un juez uruguayo.
Casanello ya libró el exhorto correspondiente a la Justicia uruguaya e interviene un juez de Aduanas de Maldonado. La orden de interdicción tiene vigencia por dos semanas y la intención de los investigadores es que el yate sea llevado a la Argentina para tenerlo como prueba en la principal causa penal que tiene en su contra Jaime.
El barco se llamaba anteriormente Capricornio, aunque luego habría cambiado por el de “My old dream” (“Mi viejo sueño”, en inglés). Sin embargo, ayer no se divisaba nombre alguno. Sólo la matrícula en la parte trasera, al costado el modelo de embarcación (Altamar Sixty Four), según constató Clarín.
Según fuentes judiciales, en los registros del puerto local figuraría que el yate ingresó con el nombre de “Alta”, aunque esto correspondería al modelo de fabricación para identificarla de alguna manera.
La embarcación fue comprada por la empresa estadounidense Dalia Ventures, de quien se sospecha que sirvió de "pantalla" del verdadero dueño. Fue retirada de un astillero el 18 de mayo de 2009 y llevada a la localidad de Itajaí, al norte de Florianópolis. La vinculación con Jaime se encontró gracias al nombre de la persona autorizada a retirar el yate: Manuel Vázquez, exasesor de Transporte, también involucrado en la compra de un avión, de un avión valuado en 4 millones de dólares, que también sería de Jaime.
Los últimos datos que había tenido la Justicia de la embarcación fue su paso por un amarradero privado de Florianópolis, Brasil, proveniente de Punta del Este y camino a las aguas que rodean la ciudad más norteña de Angra dos Reis.
Jaime niega poseer el lujoso yate, que sería parte de un patrimonio de 12 millones de pesos que habría obtenido de manera ilegal entre 2003 y 2009, cuando fue secretario de Transporte de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
