La puerta principal del departamento estaba cerrada desde adentro, el cuerpo de Alberto Nisman fue encontrado tirado adentro del baño, trabando la puerta, con un disparo en la sien y un arma. Nada, ningún elemento recolectado en las primeras horas de investigación, hace suponer la presencia de un tercero. Sin embargo, los investigadores no quieren “aventurar” ninguna hipótesis y caratularon la pesquisa como “averiguación de causa de muerte”.
La fiscal Viviana Fein y el juez Manuel de Campos ya tienen todos los elementos de prueba disponibles para la investigación, entre ellos los libros de acceso y egreso del edificio, las cámaras de seguridad y los elementos hallados en el departamento, consignaron fuentes judiciales a la agencia DyN.
El cadáver de Nisman fue sometido este mediodía a una autopsia y a otros peritajes, entre ellos un barrido electrónico de su mano para determinar si fue efectivamente él quien accionó el arma que acabó con su vida.
De la necropsia surgió como primer detalle que el disparo ingresó por encima de una de sus sienes y la bala, calibre 22, quedó alojada en el cráneo, según revelaron las fuentes consultadas. Junto al cadáver fue hallada un arma de ese calibre, que era sometida a un peritaje para determinar si es la que causó la muerte.
Los investigadores buscan determinar si es una de las armas que Nisman tenía registradas a su nombre (la otra es un calibre 38) o si se trata de una que le prestó un amigo, presuntamente el domingo por la mañana, a pedido del propio fiscal por "razones de seguridad". Ese "amigo", cuya identidad no trascendió, tenía previsto declarar hoy ante la Justicia.
“Al momento no podemos afirmar que se trate de un suicidio”, alertó la fiscal Fein, pese a que no hay elementos para sostener ninguna otra hipótesis en la causa.
Protección. En medio de la conmoción por la muerte del fiscal, que debía ampliar una fuerte denuncia institucional contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la Procuración General de la Nación confirmó al fiscal Alberto Gentili como subrogante de la fiscalía especial de la Causa AMIA que conducía Nisman.
La propia procuradora Alejandra Gils Carbó se comunicó esta mañana con los secretarios de la fiscalía para ofrecerles protección y custodia, además de garantizarles la continuidad de sus funciones. Todo el personal del despacho trabajaba junto a Nisman en la denuncia por encubrimiento que había efectuado el fiscal.
El juez Ariel Lijo, en tanto, regresó de urgencia a Comodoro Py. El magistrado, competente en la causa por encubrimiento, ya ordenó medidas para resguardar las pruebas con las que Nisman justificó su dictamen, donde acusó a la Presidenta, al canciller Héctor Timerman y a otros dirigentes oficialistas de negociar la impunidad de los sospechosos iraníes a cambio de beneficios económicos.
