POLITICA

Está acéfala hace un año la Fiscalía de Investigaciones Administrativas

Tras el portazo de Garrido, el concurso para designar su reemplazante está teñido de sospechas. Ayer se bajaron 7 de los 13 postulantes para reemplazar al interino.

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| Cedoc

Desde marzo de 2009, la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA), tiene un lugar vacante: tras el portazo de Manuel Garrido, el fiscal que se involucró en las más ruidosas causas de corrupción del kirchnerismo (enriquecimiento ilícito del ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime; las negociaciones incompatibles de Pepe Albistur y el interés por determinar el origen de la bolsa de Felisa Miceli) el cargo fue ocupado de manera interina por el fiscal Guillermo Noailles.

Pero la polémica se reinstaló ayer, cuando 7 de los 13 postulantes, se bajaron del concurso y uno de ellos, Enrique Bayá Simpson, criticó al titular de la Procuración General de la Nación, Esteban Righi por los "vicios graves de procedimiento y arbitrariedad manifesta” en el concurso número 81: "No me parece digno ni decoroso", indicó Bayá Simpson, que tiene 38 años de experiencia en tribunales y ocupa una de las nueve fiscalías de Investigaciones Administrativas.

Bayá señaló que el jurado al mando llevó a cabo "discriminaciones de puntajes en los distintos incisos y especialización, y otorgó en algunas de ellas diferencias significativas - maximizándolas o minimizándolas -, según los concursantes que se traten y que juegan en relación".

A su vez, dejó en claro que "afán de no obstaculizar su labor, la del Tribunal y la del elegido aunados a las demás circunstancias producto del régimen imperante, motivan esta decisión", precisó el fiscal.

Hace un año y medio, Garrido se enfrentó con Righi - cercano a Kirchner - al que acusó de "recortar sus facultades" en el cargo y en su carta de renuncia afirmó que “el cambio de rumbo que ahora se viene a consagrar deja mi gestión al garete, condenando a la FIA a un rol casi instranscendente que no se condice con las capacidades con que se la dotó a costa de los contribuyentes”.

Para defenderse de las acusaciones, la Procuración se limitó a decir que Garrido "se quiere posicionar y esto le viene muy bien".