POLITICA
obras publicas sospechadas

Filtran un nuevo audio sobre la causa de Lázaro

Alude a las tratativas del fiscal Guillermo Marijuan para que Báez se declare arrepentido. Investigan si hay teléfonos intervenidos en el Poder Judicial.

1023_marijuan_cedoc_g
conversaciones. En el entorno del fiscal dijeron que habló muchas veces sobre la investigación. | cedoc

La filtración de un nuevo audio que en apariencia revela conversaciones del fiscal Guillermo Marijuan volvió a dejar a la luz la guerra sucia que libran los interesados en frenar las investigaciones sobre corrupción y, en especial, la causa que llevó a la prisión al empresario Lázaro Báez, el empleado bancario que se transformó en millonario de la mano de Néstor y Cristina Kirchner.

En el audio, al cual tuvo acceso PERFIL, la voz que aparentemente corresponde a Marijuan comenta su visita a Santa Cruz, la reunión que mantuvo con los hijos del empresario y los intentos por lograr que se declare como arrepentido en la causa por el presunto lavado de dinero de la obra pública.

El empresario se niega a reconocer que es el supuesto testaferro del matrimonio Kirchner y mantiene la boca cerrada sobre los circuitos del dinero negro de la corrupción.

Tengo que convencerlo”, enfatiza en la grabación.

Se trata en apariencia de un  audio de WhatsApp extraído de uno de los teléfonos de Marijuan.

El fiscal se reunió con los hijos de Báez cuando viajó a Santa Cruz. Después de aquel encuentro, Marijuan aclaró que un eventual “arrepentimiento” de alguno de los hijos del detenido empresario Lázaro Báez “no es extensivo al padre y tiene que estar también por parte del padre”. “Tendría que ser una manifestación conjunta, o al menos de aquel que quiera gozar de este beneficio”, respondió en su momento el fiscal.

En el entorno de Marijuan aseguran que en Santa Cruz y luego del viaje habló “muchas veces” sobre los avances de los allanamientos con el juez Sebastián Casanello y con otras personas.

Casanello dijo a PERFIL que no reconoce la conversación a la que alude el audio.

En el juzgado federal de Luis Rodríguez se investiga a una supuesta organización de inteligencia paralela que se dedica a pinchar teléfonos y captar conversaciones privadas de empresarios y funcionarios públicos para luego extorsionarlos o perjudicarlos, según fuentes judiciales. Uno de los principales damnificados es Marijuan, a quien ya le filtraron un audio dirigido al periodista Luis Majul. Pero hay otros. Un empresario también. En el expediente intervienen en juez federal Luis Rodríguez y el fiscal Carlos Stornelli. Según fuentes de la causa, una de las personas investigadas sería la abogada Elizabeth Gasaro, quien representaba a Lázaro Báez cuando se filtró un audio del empresario desde la cárcel.

Hay al menos dos periodistas imputados por el hecho de haber reproducido los audios pinchados ilegalmente o haber utilizado parte del material obtenido ilegalmente. Hasta el presente, Marijuan intentó sin éxito que Báez contara lo que sabe sobre la corrupción en el negocio de las obras públicas. La fiscalía ofreció revisar sus condiciones de detención, evaluando una posible prisión domiciliaria o incluso una excarcelación monitoreada en el marco del Programa de Protección de Testigos.

¿Qué dice la grabación?

En el audio, la voz que aparentemente corresponde al fiscal Guillermo Marijuan comenta su visita a Santa Cruz, con motivo de los allanamientos que realizó en las propiedades de Lázaro Báez. Además alude a la reunión que tuvo con los hijos del empresario y advierte que necesariamente el arrepentimiento tiene que surgir “del imputado”. “Estamos en la puerta del área para meter un gol histórico”, se entusiasma en otro tramo, en aparente referencia a la posibilidad de que finalmente el empresario rompa su silencio y revele los secretos que conoce sobre la forma como se manejaba la obra pública en la Argentina. Los dichos del audio coinciden en términos generales con las definiciones públicas del fiscal Marijuan, más allá de que la evidente intencionalidad de quienes los filtran es embarrar la cancha para conseguir recusaciones y entorpecer la búsqueda de los delitos investigados.