Mucho se habló en estos días respecto al duelo electoral que se avecinaba entre Elisa Carrió y Gabriela Michetti en la Capital Federal. Cuando se adelantaron las elecciones porteñas, para el 28 de junio, Lilita alcanzó a declarar su alegría por esa movida macrista. Era obvio, le dejaba el terreno libre en octubre. Pero apenas 24 horas después Néstor Kirchner decidió adelantar los comicios a nivel nacional y ese terreno se convirtió en agreste para Carrió, obligándola a enfrentar a la vice de Macri, que también tiene alto nivel de adhesión en las encuestas e incluso es su amiga.
Qué hacer ante esa circunstancia obligó a Lilita a varios días de profunda reflexión. Competir era arriesgar demasiado, porque una derrota a manos de Michetti hubiera opacado su liderazgo opositor, pero bajarse de esa pelea cuando ella misma dijo que "estaba disponible para ser candidata en octubre" también tendría un costo, por más que se lo quiera mostrar como una jugada destinada a "potenciar a las nuevas figuras".
Y anoche llegó la decisión: Lilita recorrerá el país apoyando a los candidatos de la Coalición Cívica, y su alianza con el radicalismo y el socialismo, pero no encabezará la boleta en Capital. Será una forma de "nacionalizar" la campaña de la CC, buscando responder al desafío de Kirchner que habla de plebiscitar la gestión K. Así quedará en manos de Prat-Gay la batalla con Michetti, nada fácil por cierto.