El primer súper domingo de elecciones de 2019, con comicios generales en 5 provincias del país, representaría un nuevo traspié para la estrategia electoral de Cambiemos. En lo que va del año, Mauricio Macri sólo recibió malas noticias: con las derrotas en Misiones y San Juan del último fin de semana, el presidente ya acumula 9 resultados adversos sobre la totalidad de los 24 distritos nacionales.
Sin embargo, en el test electoral de este domingo, Jujuy se encaminaría a darle al Presidente su primera victoria de la mano del actual gobernador, Gerardo Morales, quien busca matener su presencia en el Ejecutivo local por 4 años más, frente al peronismo jujeño que se presenta atomizado y disperso.
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Sin una representación partidaria fuerte, producto de las internas de las que propio mandatario provincial fue partícipe, al punto de presentar a la provincia del norte como querellante contra la administración del exgobernador Eduardo Fellner (2011-2015) por sus supuestos vínculos fraudulentos con la dirigente de la Túpac Amaru, Milagro Sala, el PJ no logró posicionar a un candidato fuerte, representación que cayó en manos de Julio Ferreyra, exfuncionario del propio Morales. El desafío del líder radical es, entonces, consolidar su dominio sobre el PJ, vertiente a la que destronó en 2015 tras 32 años de hegemonía en el poder de la provincia, y revalidar el título de primer gobernador no peronista desde el retorno de la democracia en 1983.
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El contundente respaldo que los jujeños le darían este domingo a Gerardo Morales para su reelección podría leerse como un mensaje inscripto en dos caras de una misma moneda. Por un lado, un alivio para el gobierno nacional tras acumular derrotas en La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, San Juan y Misiones. Pero, por el otro, el resurgimiento de las tensiones al interior de la coalición gubernamental, en donde la UCR pugna por un cambio de la política económica y presiona a sus socios del PRO y de la Coalición Cívica por mayores lugares de representación en un posible segundo mandato de Cambiemos, entre ellos la vicepresidencia de la Nación.
Además, la reelección de Morales significaría un triunfo de la vertiente radical que pide una mayor apertura de la alianza para incluir a sectores del peronismo en el armado electoral para las presidenciales de octubre. Gerardo Morales, uno de los férreos promotores de un radicalismo dialoguista, ganó los comicios provinciales de 2015 acompañando a dos candidatos a presidente: Mauricio Macri y Sergio Massa. Este año, el Frente Cambia Jujuy apeló a la fórmula ganadora de hace 4 años pero desdobló la contienda.
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"Nos está faltando peronismo en el frente", reclamó Morales al momento de votar este domingo, ejerciendo una mayor presión sobre el ala conservadora que lideran Marcos Peña y Jaime Durán Barba que sostienen un Cambiemos puro para octubre. "Yo soy genéticamente frentista, hemos conformado un frente muy amplio, que incluye al radicalismo, al peronismo, al PRO. Igualmente pienso que debemos tener un espacio más amplio", apuntó Morales para convalidar conversaciones con el frente Consenso 2019 del exministro de Economía, a quien acompañó en la fórmula presidencial de la UCR de 2007 como candidato a vicepresidente.
A tono con con el gobernador de Mendoza y presidente del Comité radical, Alfredo Cornejo, las presiones de Morales para ampliar la coalición de gobierno se incrementaron a partir de la definición de la Convención de la Unión Cívica Radical del 27 de mayo. En su congreso de Parque Norte, la UCR ratificó su pertenencia a Cambiemos aunque exhortó a los dirigentes oficialistas a ampliar la alianza a otras fuerzas, en una nueva coalición que incluya a sectores del peronismo, y a ganar espacios en un futuro segundo mandato. El próximo miércoles 12 de junio vencen los plazos para la inscripción de las alianzas nacionales y el triunfo de Morales reacomodaría las negociaciones finales tendientes a una mayor amplitud.
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Tal como adelantara el Diario PERFIL en su tapa de este domingo, el radicalismo estaría cerca de quedarse con el segundo lugar de la línea de sucesión presidencial a partir de diciembre. El elegido: Ernesto Sanz. Pese a haber rechazado en dos oportunidades formar parte del gabinete del primer mandato de Macri, Sanz estaría siendo tentado para completar la fórmula que competirá en las elecciones de octubre.
El mendocino, artífice del nacimiento de Cambiemos tras imponer su postura en la Convención de la UCR en Gualeguaychú, volvería al centro de la escena y redimiría al radicalismo, el centenario partido que le garantizaría a Macri las únicas victorias del año: las legislativas de Corrientes, con el consumado triunfo de Gustavo Valdés, y las provinciales de Jujuy y de Mendoza, territorios clave para la victoria de Cambiemos en 2015.
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Amenazas de muerte
En la antesala a las elecciones de este domingo, Gerardo Morales fue amenazado de muerte con varios mensajes enviados a su celular. "Hubo una amenaza real y concreta en contra del gobernador. Realizamos la denuncia pertinente ante la fiscalía de turno y estamos trabajando en la averiguación de donde vienen esos audios”, dijo el ministro de Seguridad provincial Ekel Meyer.
Pese a que el ministerio redobló la seguridad del mandatario en los alrededores del centro de votación en el que votó Morales y en el búnker de campaña, Meyer garantizó el normal funcionamiento electoral en la provincia. "Hay una amenazada de muerte registrada el último jueves. A pesar de ello, el gobernador concurrió a votar con total normalidad", concluyó.
PCH/MC
