POLITICA
prisión domiciliaria

Gracielita, la mujer que sostiene al torturador Etchecolatz en su casa

Casi 30 años menor, es su garante ante la Justicia, lo defendió frente a los escraches y es quien lo cuida en su fortaleza marplatense. El temor de los vecinos frente al genocida.

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Condenado. Tiene seis cadenas perpetuas. Graciela, su pareja. | CEDOC

Seis cadenas perpetuas y dos juicios pendientes por delitos de lesa humanidad no afectaron la relación que la mantiene unida con uno de los íconos de la sangrienta represión de la última dictadura militar. Graciela Luisa Carballo, de 60 años, es la mujer de Miguel Etchecolatz (88). Ella es su garante ante la Justicia, quien lo defendió durante los once años que pasó en prisión y quien lo atiende en su fortaleza del Bosque Peralta Ramos, en Mar del Plata.

Desde ayer y durante el fin de semana, habrá diferentes actos de repudio contra el comisario frente al chalet, que figura a nombre de “Gracielita”, el diminutivo que dicen que suele utilizar el represor para retarla.

Carballo se convirtió en el nexo de Etchecolatz con el afuera y su único apoyo. Una muestra de ello lo reveló el libro Los días sin López, de Werner Pertot y Luciana Rosende, en donde cuenta que el día que desapareció López Carballo mantuvo una serie de llamadas con el entorno del represor. “Si bien vivía en Mar del Plata, su celular se activó por esas horas en La Plata. Esa misma madrugada hubo contactos entre Marciana Lezcano y Jorge Boynak. Ella es la madre de Carballo y suegra de Etchecolatz. El era cabo segundo de infantería de Marina. Su currículum estaba entre los papeles hallados en la celda del ex comisario en Marcos Paz”, detallan.

Etchecolatz y Carballo se conocieron en democracia, a mediados de los 80, cuando ella no tenía treinta años. En esa época, ella se desempeñaba como secretaria ejecutiva de una compañía que operaba en la City porteña. El mismo Etchecolatz la define como una mujer noble y “rica” en su corazón. “Es mi columna vertebral”, relató.

En 1998, en un escrache al represor en su domicilio porteño, sufrió una herida que le hizo perder la vista de un ojo. Sin embargo, Carballo es un personaje que está en las sombras.

En otro escrache que le realizó la agrupación H.I.J.OS en el chalet Nuevo Boulevard del Bosque, tras una serie de incidentes (que incluyeron piedrazos y pintadas al domicilio) salió con una máscara con forma de luna a combatir a los manifestantes al grito de “sus madres, putas comunistas”.

Repudio. La presencia de Etchecolatz en el barrio ocasionó un revuelo importante. Ana Pecoraro, cuyos padres fueron secuestrados en 1979 por la dictadura militar, es vecina del ex comisario y cuenta que su hermana tiene un terreno enfrente al chalet. “Me siento perturbada, no queremos este tipo acá. Hay un límite”, sostuvo en diálogo con PERFIL.  

Actualmente, el chalet se encuentra prácticamente blindado. Inclusive cambiaron el número de teléfono. Hay efectivos de las fuerzas de seguridad rodeando el perímetro y vecinos aseguran que instalaron cámaras de seguridad.

Hay un detalle que refleja la invisibilidad de Carballo: en el domicilio trabajaba una pareja que realizaba la jardinería y los quehaceres domésticos. Cuando se enteraron que allí iba a cumplir su arresto domiciliario Etchecolatz, entraron en pánico. Según pudo averiguar este diario, planean no volver a trabajar allí.


Actos de repudio

La ciudad de Mar del Plata se encuentra “movilizada” desde hace una semana, tras el arribo de Miguel Etchecolatz al chalet sin número del Bosque Peralta Ramos. Ayer, los vecinos del barrio realizaron una marcha en repudio a la presencia del represor, en donde colocaron señales en las calles para identificar el domicilio.

Hoy habrá una movilización en repudio a la prisión domiciliaria, que partirá a partir de las 18 desde el Tribunal Oral Federal 6 de avenida Luro y Santiago del Estero, y que culminará en La Rambla, en el centro de la ciudad. En tanto, el domingo, las organizaciones volverán al domicilio y realizarán un “siluetazo” a partir de las 17. “Vamos a dibujar siluetas. En esta ocasión, vamos a incluir bebés y embarazadas”, detalla Fernando Lozada, militante de la agrupación H.I.J.OS. Rubén Eduardo López, el hijo de Jorge Julio López, también será de la partida: “Mi viejo desapareció para que Etchecolatz vaya preso, bienvenido sea. Pero esta decisión me da muchísima bronca”, le dijo a este diario. Se espera que cierre el acto Nora Cortiñas, dirigente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.