POLITICA
Conflicto por las papeleras

Greenpeace sobre el bloqueo a Buquebus: "No es lo conveniente"

El director de campañas de la organización ecologista, Emiliano Ezcurra, argumentó que hay que plantear un objetivo "que genere resultados concretos", porque sino se "corre el riesgo de que sean medidas antipáticas". Dijo que "es una modalidad que Greenpeace no puede acompañar". Además criticó a los directivos de Botnia.

default
default | Cedoc

La asociación ecologista Greenpeace de la Argentina juzgó hoy que "no es conveniente" un bloqueo en la terminal porteña de Buquebus, anunciado días atrás por la Asamblea de Gualeguaychú en protesta por la instalación de la pastera Botnia en Fray Bentos, Uruguay.

"Entendemos que para nuestra modalidad de trabajo eso no es lo conveniente; uno quiere hacer algo que realmente cumpla el objetivo, que genere resultados concretos", argumentó Emiliano Ezcurra, director de campañas de Greenpeace.

Ezcurra dejó en claro que la organización ecologista no acompañará esta modalidad de protesta de los entrerrianos y graficó: " Los gomones de Greenpeace no están para bloquear barcos de Buquebus".

"Me parece, en lo personal y en la forma de trabajo que tiene Greenpeace, que esa es una modalidad que no podemos acompañar, como sí acompañamos en miles de otras cosas a la Asamblea y a la gente de Uruguay que se opone a esa localización de Botnia", afirmó.

Ezcurra reseñó que tiempo atrás Greenpeace impidió la circulación y obligó el regreso a Chile de un grupo de camiones que transportaba materiales para la construcción de Botnia en la ruta 135, a la altura de Colón.

"Fue un bloqueo selectivo", aclaró el ecologista, quien advirtió que si se realiza otro tipo de protestas "se corre el riesgo de que sean medidas antipáticas, que generen el resultado opuesto al que uno busca, que es el de generar apoyo".

"Si hago algo que enoja e irrita y me terminan atacando aquellos con los que yo me quiero aliar, no va a funcionar", insistió.

Si bien Ezcurra entendió que "habría que buscar otra cosa", definió a los manifestantes como "amigos" de Greenpeace y les sugirió analizar juntos otras modalidades de protesta.

En otro orden, fustigó la posición de los directivos de Botnia, a quienes consideró "tozudos y muy fundamentalistas, que no reconocen un error de `management`".

"Tuvieron un gerente que tomó la decisión equivocada; quieren operar una planta que cuesta miles de millones de dólares, a siete kilómetros de 95 mil personas que te odian y que van a hacer todo lo posible para que tu proyecto fracase", argumentó Ezcurra.