POLITICA
en mar del plata

Guerra política detrás de la clausura del hotel Hermitage

El establecimiento era administrado por un socio de Daniel Scioli y ahora está en manos de un amigo de Luis Barrionuevo.

Cerrado. Había faltantes de “luces y salidas de emergencia”.
| Cedoc Perfil

La clausura preventiva del hotel Hermitage de Mar del Plata este viernes por “irregularidades” en su funcionamiento constituye un nuevo conflicto que sigue muy de cerca la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, en el marco de lo que ya parece una guerra declarada entre el intendente local, Carlos Arroyo, y el empresario Florencio Aldrey Iglesias, mano derecha de Scioli y actual administrador del complejo.

El cierre se llevó a cabo a través de la Inspección General de la municipalidad marplatense. El titular del organismo, Adrián Coalli, declaró que en el Hermitage había faltantes “en luces y salidas de emergencia, además de no contar con el informe de bomberos del salón de fiestas”. Los inspectores detectaron la ausencia de elementos de seguridad, tales como matafuegos, detectores de humo y señalética.

Sin embargo, el mundo político da por descontado que existe un claro trasfondo. Apenas dos semanas atrás, las autoridades municipales ya le habían quitado a Iglesias un negocio rentable, cuando trasladaron 150 tragamonedas desde el hotel Provincial, del cual también es dueño, al hotel Sasso, perteneciente al gremio que conduce Luis Barrionuevo.

Este último martes fue resonante la detención del secretario de Turismo de Mar del Plata, Emiliano Giri, por supuesta malversación de fondos públicos en la administración del Astillero Río Santiago.

Legisladores provinciales de Cambiemos consutados por PERFIL no dudan en atribuir esta maniobra al propio Iglesias, que cuenta con influyentes contactos en la Justicia local. Una vez puesto en libertad, Giri presentó su renuncia al intendente Arroyo, con el propósito de evitar “daños colaterales” que afecten la imagen de la gestión de Vidal y Mauricio Macri.
 

Walter Martello, ex diputado bonaerense y autor del libro No va más, en el que analiza los negocios de Aldrey Iglesias bajo la tutela de Daniel Scioli, considera que la clausura del Hermitage fue una reacción ante la embestida contra el funcionario de Cambiemos: “Ambos sectores están en una disputa de poder y se atacan por hechos que existen, pero en una escalada que en cierta forma tapa la discusión de fondo, y es que el hotel no estaba en condiciones desde antes de la asunción del intendente Arroyo”. Así, apuntó contra los legisladores que hoy hacen silencio frente a la clausura. “¿Cómo es que ahora cierran un hotel por irregularidades y hasta hace poco gozaba de exenciones impositivas?”, cuestionó