Como Mauricio Macri, el nuevo ministro de Energía es un ingeniero. En su caso, egresado del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) con especialidad en petróleo. Llega desde el área de Vialidad Nacional donde trabajó bajo la conducción de Guillermo Dietrich. Logró la aprobación presidencial por las obras que en muchos casos el propio Macri capitalizó con su participación en inauguraciones o videos para las redes sociales. Manejó uno de los presupuestos más grandes de la administración pública e impulsó la primera licitación público-privada. Con su pase a Energía, vuelve a estar en el tema central de su carrera. Pero, como ocurrió con el saliente ministro Juan José Aranguren, deberá definir normas de conductas para evitar conflictos de intereses dado que cuenta con amplia experiencia profesional en el sector. Trabajó en YPF desde 1997 a 1999 y decidió alejarse de la firma cuando esta fue privatizada. Siempre sostuvo, en declaraciones públicas, su preferencia por el negocio petrolero estatal y cuestionó el desembarco de Repsol. Luego trabajó en la firma Pecom, de la familia Pérez Companc, hasta que la misma fue vendida a Petrobras. Luego continuó su carrera en Pluspetrol, donde alcanzó el cargo de vicepresidente, al que renunció para iniciar su camino en la política. Durante su carrera, vivió en lugares como Mendoza, Neuquén y Angola. También inició un fallido negocio de biodiesel que no prosperó. Antes de llegar al gobierno nacional se postuló como candidato de Cambiemos a la intendencia de Capitán Sarmiento en 2015. Perdió frente al intendente del Frente Para la Victoria, Oscar Ostoich, quien lleva ya cinco mandatos como jefe comunal. Desde Vialidad Nacional, elevó denuncias contra la gestión kirchnerista. Apuntó en especial a los negocios de obra pública en la emblemática provincia de Santa Cruz. En su presentación, que quedó radicada en el juzgado federal de Julián Ercolini, indicó que hubo sobreprecios cercanos al 65% en la reparación de la Ruta Nacional N°3. Luego, demandó también a Cristina Kirchner y Julio De Vido por 22.500 millones de pesos, por los daños ocasionados a Vialidad con la corrupción. En el Gobierno valoran que fue una persona que supo gestionar una dirección con muchos militantes kirchneristas. Enfrentó varios conflictos sindicales por despidos. En varios videos se lo ve saliendo por la puerta de entrada, en medio de protestas. También fue el primer funcionario en impulsar una licitación de Participación Público Privada, para la creación de una red de autopistas y rutas de más de 7.000 kilómetros. El proyecto se eleva a los 8 mil millones de dólares. Antes había lanzado bajo su gestión el Plan Vial Federal, uno de los emblemas de la administración Cambiemos en infraestructura.
