Imputada, Cristina se refugia de su peor crisis política en El Calafate entre actos y militantes

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene una costumbre: cuando sufre una crisis política, se refugia en El Calafate, ciudad a la que llamó su “lugar en el mundo”. Lo mismo solía hacer su esposo, Néstor Kirchner, cuando mandaba en la Casa Rosada. Desde la tragedia de Cromañón (aunque en rigor la pareja presidencial ya estaba allí para pasar las vacaciones), pasando por el homicidio del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra, hasta los reveses judiciales de Amado Boudou en el Caso Ciccone, la localidad santacruceña sirvió a los mandatarios como base para absorber los golpes de la política y reorganizarse antes de volver a Buenos Aires.

No es la excepción ante el peor momento que haya sufrido el oficialismo desde su llegada al poder desde 2003: la denuncia por encubrimiento en la causa AMIA del fiscal Nisman, que apareció con un disparo en la cabeza en su departamento de Puerto Madero el 18 de febrero pasado, en una muerte aún caratulada como “dudosa” para la fiscal Viviana Fein. La crisis se profundizó hoy cuando el fiscal Gerardo Pollicita imputó a la jefa de Estado en base a la denuncia original de Nisman. Por eso, un descanso en el sur es más que oportuno.

CFK partió este mediodía, a las 12.45, justo antes de que se conociera la noticia de su imputación, desde el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery. El viaje se informó a través de la cuestionada cuenta de Twitter de Casa Rosada.

Junto a ella se trasladaron varios miembros de su gabinete y del repertorio habitual de dirigentes políticos que acostumbran a participar de la agenda oficial. Pero la mandataria no estará refugiada en su casa el fin de semana largo: tiene una cargada agenda, con actos de inauguración y militantes. 

El sábado, a partir de las 18, Cristina inaugurará el Anfiteatro del Bosque en El Calafate, debido al 138 Aniversario del Bautismo del Lago Argentino. El lugar cuenta con capacidad para 20 mil personas. 

Para el domingo, la Presidenta tiene programada, a las 12 del mediodía, la apertura de un hospital de alta complejidad, que cuenta con 18 mil metros cuadrados, en la misma localidad.

Unas horas más tarde, la mandataria asistirá a la inauguración de la última etapa en obras de la costanera del Lago Argentino, una trayecto que tiene 5 kilómetros. 

Para finalizar su agitado día, la jefa de Estado inaugurará 100 nuevas viviendas en El Calafate. Las casas cuentan con 60 metros cuadrados y, según indica el intendente de la ciudad, con “todos los servicios".

Habrá que esperar al fin de semana para ver si los actos van acompañados de los ya clásicos discursos de la mandataria, apoyados por los cánticos de los militantes. Cristina tiene también la costumbre de responder a las críticas y a las acusaciones a su modo, con el micrófono. El miércoles, por ejemplo, criticó la marcha del 18F y a los fiscales que la convocan, al decir que “ellos se quedan con el silencio”. Es posible que se quede el resto de la semana para pasar su cumpleaños en el sur, el 19 de febrero, y evitar estar en Buenos Aires para la movilización. A los fiscales, entonces, y en especial a Pollicita que la imputó, les tocará una réplica desde El Calafate.