Miguel Angel Toma fue secretario de Inteligencia entre 2002 y 2003, durante el gobierno de Eduardo Duhalde. Una década después, sigue de cerca los avatares de las internas políticas y operativas dentro del organismo. En diálogo con PERFIL, defiende al fiscal Alberto Nisman y sostiene que el Gobierno usa el argumento de la interna de los servicios de Inteligencia para descalificar “la contundencia de las acusaciones”.
—El Gobierno dice que la denuncia de Nisman es una reacción por el descabezamiento de la ex SIDE y su interna.
—Es la repetición de un mecanismo de defensa que tiene el Gobierno, que aplica sistemáticamente, y es la descalificación de todos aquellos que intentan investigar hechos de corrupción que se han producido dentro del Gobierno.
—¿Es casual que esto salga después de estos cambios, sobre todo conociendo la relación que existe entre Nisman y el saliente Jaime Stiuso?
—La relación, como el propio Nisman ha dicho, fue consecuencia de una instrucción específica que le dio Néstor Kirchner en su momento. De modo que este gobierno no puede plantear ningún tipo de sospecha acerca de la relación. La excusa de la interna de los servicios es también un argumento para tratar de descalificar las acusaciones.
—¿Cree que la decisión del Gobierno de intervenir en la Secretaría tiene que ver con un conocimiento de que esta causa avanzaba?
—Si efectivamente aparecen oficiales de Inteligencia vinculados al complot, como ha dicho el fiscal, no tengo ninguna duda de que esos mismos oficiales habrían informado que existía una investigación o elementos que daban como para desarrollar una denuncia como la que ha planteado Nisman.
—¿Qué destino le ve a la causa?
—Conociendo la entidad profesional de Nisman, que haya planteado lo que ha planteado es porque tiene elementos probatorios muy sólidos, que van a constituir esto en una causa realmente muy complicada para el Gobierno.
—¿Nisman podría ser removido del cargo?
—Independientemente de si estuviera o no en la idea del Gobierno desplazarlo, queda claro que a partir de ahora, si intentaran hacerlo, implicaría un altísimo costo político.
—En Inteligencia, por un lado está el sector de Stiuso, y por otro, el de Fernando Pocino. ¿Por qué uno no puede pensar que la información real no es la del lado de Pocino?
—Eso lo van a poder evaluar cuando Nisman presente las pruebas.
