La utilización de franquicias diplomáticas para introducir al mercado automóviles de lujo sin pagar ni un peso en impuestos, salió a la luz por un error de calculo. El canciller Jorge Taiana sabe que “la casa” no está en orden y que la misión sin timonel que lleva adelante Argentina en China se convirtió en un barril de pólvora que podría estallar, dejando al descubierto un negocio de más de 200 millones de dólares. Esa es la cifra que mueve el tráfico humano de ciudadanos chinos.
Fue por eso que el mes pasado envió al jefe de Sumarios de Cancillería, Alejandro Mischutin Nogués, a la Embajada en Beijing para avanzar en la investigación, donde no sólo estarían involucrados diplomáticos sino también funcionarios de la Dirección Nacional de Migraciones y empresarios que en privado hacen gala de su “llegada” al ex presidente Néstor Kirchner.
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