POLITICA
forma de gestion

Junto a su círculo íntimo, arma la estrategia y la comunicación

El jefe de Gabinete toma decisiones junto a sus dos vicejefes, Lopetegui y Quintana. De Andreis, apoyo clave.

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Fieles. Quintana (arriba), De Andreis y Lopetegui, sus laderos. | twitter

Si bien es el funcionario más poderoso de la Casa Rosada y, por su rol como jefe de Gabinete, tiene trato con todos los ministros, Marcos Peña cuenta con la ayuda de un círculo íntimo de colaboradores, con quienes toma decisiones y fija los lineamientos generales de la estrategia y la comunicación del Gobierno.
A pesar de haber pasado dos semanas muy complejas en lo económico, y haber recibido críticas internas y externas, el jefe de Gabinete no pierde ni su optimismo ni su sonrisa. Los caramelos Sugus de todos los gustos y las frutas secas siguen siendo, desde hace meses, el aperitivo que ofrece a funcionarios, legisladores o cualquiera que pase por su oficina en el primer piso de la Casa Rosada. Estuvo atento al partido que ganó Boca, y que le permitió el pase a octavos en la Copa Libertadores (lo apasiona el fútbol y suele usar en los “picaditos” de Olivos los botines que le regalaron hace dos meses para su cumpleaños), y animó las reuniones de la resucitada “mesa política” (ver página 4). Siguió siendo la voz del Gobierno en su momento más delicado
   En estas semanas, el círculo más cercano se volvió clave para entender su cercanía al Presidente. En primer lugar, por su estrecho vínculo con Mauricio Macri, el secretario General de la Presidencia, Fernando de Andreis es uno de los que comparte más horas de trabajo con él. Se conocieron en los comienzos del PRO, cuando De Andreis comenzó a militar en la juventud del entonces Compromiso para el Cambio y fue asesor de Peña cuando asumió como legislador porteño, allá por el 2005. Ambos son dos de los funcionarios que más conocen la intimidad cotidiana del Presidente. Es más: De Andreis es amigo personal de tres hijos de Macri.
En el trabajo de gestión, para Peña los vicejefes de Gabinete, coordinadores de todos los ministerios, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, son centrales y quienes llevan el día a día de cada área. Aunque en lo formal reportan a Peña, fueron ganando autonomía, en especial Quintana, para dialogar con Macri de manera privada. Todos tienen su despacho en Olivos y en el primer piso de la Rosada, aunque en el caso del jefe de Gabinete, comparte escasos metros del despacho presidencial. De hecho, no son pocas las veces que Macri abre la puerta interna del despacho de su jefe de asesores sin avisarle.
   Un segundo anillo de confianza lo compone su histórica asesora, Lucía Aboud, quien pasó de ser su mano derecha (desde sus años en la Ciudad a la oficina privada) a Secretaria de Relaciones Parlamentarias. Es decir, quien debe coordinar el trabajo con el Congreso. Ese cargo lo ostentó la ex diputada Paula Bertol, quien hoy disfruta de ser embajadora argentina en la OEA y vive en Washington. Aboud manejaba un grupo de asesores con un promedio de edad menor a 30 años que trabajan en Casa Rosada. Entre otras cuestiones, se ocupan de confeccionarle “fichas de gestión” con los hitos de cada ministerio. Una suerte de briefing para que Peña pueda tener en mente ante entrevistas o viajes a las provincias.
   Otro hombre muy cercano es el secretario de Comunicación Pública, Jorge Grecco, quien tiene a su cargo el engranaje comunicacional y el manejo de la publicidad oficial. Junto a Gustavo Gómez Repetto, quien asumió a comienzos de año como segundo del área, trabajan a diario con Peña en la estrategia con los medios de comunicación así como redes sociales y spots.
Finalmente, en el trabajo diario surge el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, quien supo ser durante ocho años el “canciller” porteño: se ocupó de todos los viajes de Macri en la Ciudad. Diplomático de carrera, tiene su despacho también en el primer piso de la Rosada y hoy es una suerte canciller en las sombras. Todas las comunicaciones clave de Macri con mandatario del mundo, de Donald Trump a Vladimir Putin, además de los viajes, son monitoreados y cuentan con el asesoramiento de Pompeo.