En el marco de una gira por la región,
el secretario de Justicia del gobierno de George W. Bush, Alberto Gonzáles, visitó la
Argentina y se entrevistó con las autoridades de la comunidad judía. También se reunió con
los ministros de Justicia,
Alberto Iribarne, y del Interior,
Aníbal Fernández, con quienes habló de narcotráfico y terrorismo.
La Casa Rosada, sin embargo, le fue ajena.
Según trascendió,
la decisión habría respondido a una recomendación explícita de la Cancillería. A
un día de la firma de la Convención contra la Desaparición de Personas, en el Gobierno no creyeron
conveniente recibir en la Casa de Gobierno
a
l sindicado como el ideólogo de las torturas a los prisioneros de Guantánamo y Abu
Ghraib.
Según lo publicado por
Página12, la gira de Gonzales incluyó a El Salvador y hoy continúa hacia Brasil, y tiene
al tema del terrorismo en el centro de su agenda.
Durante las reuniones que mantuvo ayer,
Gonzales elogió la determinación de la Justicia argentina en el caso AMIA y el
pedido de captura internacional contra ocho ex funcionarios iraníes, gobierno que es hoy
uno de los
principales enemigos de la administración Bush.
"El recuerdo de lo que ocurrió aquí, al igual que en nuestro 11 de septiembre, nos pone a
prueba. Es en memoria de las víctimas de este atentado y de las personas que permanecen con vida
por lo cual luchamos contra el terrorismo.
No debemos olvidar jamás y no debemos abandonar nuestra lucha hasta alcanzar la
victoria", dijo Gonzales en la sede de la AMIA.
El subsecretario para Asuntos Políticos de Estados Unidos,
Nicholas Burns, y el subsecretario para Asuntos Hemisféricos,
Thomas Shannon, llegan hoy a la Argentina. A diferencia de lo que ocurrió con
Gonzales,
se espera que las reuniones con funcionarios argentinos se lleven a cabo en el más cordial
de los climas, ya que la visita tiene una sola misión: "relanzar" las relaciones
bilaterales entre la Casa Blanca y el gobierno de Kirchner.