El futuro del juez federal Daniel Rafecas desentraña una alianza entre kirchneristas y radicales, y desnuda la soledad absoluta de un magistrado ante el avance del poder político. Rafecas es investigado en el Consejo de la Magistratura luego de haber sido apartado de la causa Ciccone por la Cámara Federal. Su apartamiento tiene sus razones legales. De hecho, el juez habría incurrido en faltas graves al aconsejar a un abogado defensor en la causa Ciccone. Pero, como demuestran los antecedentes, para sancionar o destituir a un juez son necesarias las razones políticas antes que las legales.
Los jueces federales, que manejan las causas de corrupción, sienten que es un mensaje político para todo el fuero y que, de consumarse la destitución de Rafecas o una sanción, significaría una señal de debilidad de todos los jueces federales. Saben que Rafecas está solo.
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El Gobierno no le perdona que haya ordenado el allanamiento a un departamento del vicepresidente en el caso Ciccone, y menos aun que no se haya dignado a avisarle con antelación. Le endilga, también, su cercanía con el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández.
Sin embargo, en el Consejo de la Magistratura –donde oposición y oficialismo libran una cruda guerra por la designación de jueces– el Gobierno cuenta con aliados inesperados que harán lo posible por asestarle un golpe a Rafecas.
En el entorno del magistrado intentaron en vano conseguir el apoyo de la oposición. Los radicales ya lo sentenciaron. Aseguran que votarán en contra del juez en represalia por haber enviado a parte del gobierno de la Alianza, incluido el ex presidente Fernando de la Rúa, a juicio oral por la causa de los sobornos del Senado, el principal caso de corrupción de un gobierno radical.
“Hasta le adjudican haber arrastrado al ex senador José Genoud –uno de los principales involucrados en el escándalo– al suicidio”, contaron muy cerca de Rafecas. Es que Genoud, un hombre central en el poder de la UCR, terminó pegándose un tiro en el pecho en 2008, con su carrera política destruida luego de que Mario Pontaquarto lo señalara como uno de los principales responsables del affaire de los sobornos. Los radicales están convencidos de que Rafecas “motorizó la causa”.
El juez tampoco podrá contar con la ayuda del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. Cuando fue consultado por el entorno de Rafecas, les cerró la puerta y envió un mensaje: “Dijo que Rafecas lo criticó como lo peor de la derecha, que no cuenten con él”, reconocieron a PERFIL. Rafecas llamó personalmente a Horacio Verbitsky. Fue el único que le manifestó su apoyo. El periodista es afín al Gobierno, aunque la elección del Papa lo dejó relegado por sus constantes denuncias contra Jorge Bergoglio. Rafecas no tiene antecedentes de haber indagado a funcionarios K, pero se destacó por su accionar en causas de lesa humanidad.
El juez afronta una posible destitución luego de haber sido denunciado por Danilo Danuzzo Iturraspe, quien reveló un intercambio de chat con el juez mientras éste le aconsejaba pasos a seguir en la defensa del socio y mejor amigo del vice, José María Núñez Carmona.
